enric juliana. director adjunto de 'la vanguardia'

"El éxito de Arrimadas demuestra que la sociedad catalana no es cerrada"

  • Residente en Madrid, el catalán es una de las voces más autorizadas para hablar del 'procés'

  • Recurre a Pla y a Valèry para "desinflamar la piel" antes de debatir de modelos federalistas

Enric Juliana posa ayer antes de la entrevista.

Enric Juliana posa ayer antes de la entrevista. / víctor rodríguez

-En Madrid lo critican por catalanista y en Barcelona, por españolista. ¿Qué críticas le inspiran mayor indulgencia?

-Recibir en ambas mejillas vigoriza el cutis siempre que no te partan la cara. Si te dan en una, sólo queda una tersa. ¿Cuál duele más? Quizás la que viene de Cataluña.

-Recurriendo al título del ensayo de Eduardo Mendoza, ¿qué está pasando en Cataluña?

-Una expresión compleja de la crisis económica en España. Sin ésta no se explica lo ocurrido, pero la crisis tampoco explica todo. Es la expresión de problemas y contradicciones antiguas y muy condensadas en el tiempo.

-¿Cómo acabará esto y cómo sanarán las heridas?

-Plantearse la cuestión de Cataluña en términos de solución no creo que sea la manera. Hay que sanar el enfrentamiento desde el punto de vista moral y político. No creo en las soluciones arreglalotodo, más bien transitar a nuevos equilibrios que sean más higiénicos. No hay solución. Tensión seguirá habiendo, se trata de civilizarla.

-¿Por qué asusta más la bandera rojigualda que la estelada?

-Es evidente, porque tiene más poder detrás.

-¿Hay políticos catalanes que han querido reformar la Constitución sin transacciones?

-La Constitución tiene una particularidad: toda es reformable. Pero a su vez se adoptaron cautelas que lo dificultan porque hacen falta mayorías muy cualificadas y, si es en profundidad, un referéndum. Si algo asusta hoy en la política española es un referéndum, no sólo catalán, sino para escoger al próximo presidente de una comunidad de vecinos. Toda Europa teme las consultas.

-¿Cataluña prefirió un cambio de modelo en su relación con España antes de un debate sobre la reforma constitucional?

-El inicio de la crisis es el factor que explica la aceleración del soberanismo tras un primer momento en el que Convergència creía que podía ejecutar las políticas de austeridad sin un rebote social; entonces lo aceleraron como estrategia defensiva: antes de que la sociedad se polarizara entre derecha e izquierda, la polarizaron nacionalmente. Coadyuvaron otros factores como el referéndum escocés, porque reforzó argumentalmente el soberanismo catalán. Cristalizó porque si los británicos lo hacían...

-Pero que un no independentista como Artur Mas pilotara el procés sonaba a broma...

-Yo estaba en una conversación con Mas en verano de 2010, antes de las elecciones, y dijo literalmente "no voy a hacer nada que divida en dos la sociedad catalana"...

-Y luego lanzó el procés...

-Hubo un acuerdo tácito de Rajoy y Mas: un conflicto controlado. Ambos interpretaron que les iría bien para atravesar la cortina de fuego de la crisis. A Mas para compactar al electorado nacionalista, situar al PSOE en dificultades y complicar la hipótesis de otra mayoría de izquierdas ante un gobierno desgastado. A Rajoy porque el PP era el garante de España en la crisis. Pero los conflictos controlados a veces se descontrolan. Y hoy las dos corrientes están en dificultades. Convergència está en fase de metamorfosis y veremos cómo acaba. Y el PP ve que los réditos del procés no van a parar a su cuenta.

-¿Qué tipo de federalismo aunaría más aceptación en Cataluña?

-Josep Pla decía citando a Paul Valéry que lo más profundo en el hombre es la piel. Antes de discutir de federalismo, la cuestión entre españoles es la piel. ¿Qué se puede hacer? Desinflamar. ¿Cómo? Restaurando el respeto. Un problema es que todos los españoles nos hemos faltado el respeto mutuamente en la cuestión de Cataluña. En la campaña de Arenas cuando quiso ser presidente de la Junta hablaba como si en Cataluña casi torturáramos a los niños andaluces. Démonos dos o tres años para rebajar la inflamación.

-¿Cómo pasará Puigdemont a la Historia: héroe, villano, mártir, iluminado, suicida...?

-Dependerá de quién la escriba...

-Usted.

-Como un tozudo.

-Los independentistas defienden que se saltaran la legislación el 6 y el 7 de septiembre en el Parlament porque todo vale con el fin de la secesión...

-Fue ignominioso. No todo vale para justificar una fantasía insurreccional.

-¿Es un oxímoron que Elsa Artadi sea forofa del Espanyol?

-No, hay una minoría selecta de barceloneses. Ser del Espanyol indica una voluntad de afirmar tu personalidad, de ir a la contra, de enfrentarte al padre, al hermano...

-Un diputado francés fue multado con 1.378 euros por hablar en el Parlamento con una camiseta de fútbol. ¿Qué castigo le habría caído a Rufián por las esposas?

-En Francia no sé, pero en el Parlamento italiano ha habido cosas asombrosas; es más, 30 o 40 diputados ya sacaron esposas cuando lo de Manos Limpias.

-¿Los vascos están dejando el trabajo sucio a los catalanes?

-No persiguen ahora la independencia. El País Vasco tiene un estatus magnífico y bien administrado. Y quiere defenderlo.

-Un ciudadano consultó las aspiraciones separatistas de Baviera en 2016 y el Constitucional alemán fue tajante: no es viable.

-No es moneda corriente en Europa, aunque muchos países adoptan decisiones políticas ante un problema que afecta a más del 50% de una región importante. Los problemas políticos serios se afrontan, no se deja que se pudran.

-Arrimadas ha logrado el hito de derrotar en votos a los nacionalistas. ¿Ve verosímil que aterrice en Andalucía para desbancar a Susana Díaz del poder tras 40 años de socialismo?

-Arrimadas ha conseguido algo muy importante. Aunque no podrá gobernar, Ciudadanos ha sacado más votos que nadie y eso proyecta una imagen política en Cataluña y en España. Ha demostrado ser muy valiosa. ¿Candidata en Andalucía? Es un activo. No lo será, aunque podría. Tiene un largo recorrido en la política española. Su éxito también demuestra que la sociedad catalana no es tan cerrada como dicen, y puede haber un president como Montilla de Iznájar y una líder de la oposición jerezana.

-¿Es impensable que un catalán se siente en La Moncloa?

-El último fue Estanislao Figueras en 1873, conocido por reunir a su Gobierno y decir: "Estoy hasta los cojones de todos nosotros". Dimitió, cogió un tren a París y no regresó nunca más.

-En Andalucía Cristiano Ronaldo tiene más presencia que el debate de la reforma constitucional. ¿Tiene cura la madriditis?

-No, es difícil de corregir. Algunos dicen que España es el país más descentralizado del mundo y agrego que con permiso de los abogados del Estado, los que interpretan el reglamento. Hubo una descentralización administrativa muy fuerte, pero muchos asuntos se siguen decidiendo en Madrid. Lo regional se ha convertido en una especialización y lo nacional en algo muy madrileño.

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