El PP mostró ayer en las urnas del Parlamento su rechazo al nombramiento como nuevo director general de la RTVA de Pablo Carrasco, no por su currículum, sino por la simple razón de considerar que su candidatura no ha sido propuesta, sino impuesta, por los socialistas. Su decisión dejó el resultado de la votación en la Cámara en 44 papeletas en contra frente a 58 a favor, las de PSOE e IU, que distaron mucho de los 73 sufragios necesarios en primera vuelta para que sea efectivo el nombramiento.

Esta situación obligará a una segunda vuelta en un próximo pleno, en el que será necesaria su aprobación por tres quintos, es decir, con el apoyo de 66 diputados, que tampoco se suman en las bancadas favorables a Carrasco, salvo que el PP cambiara de opinión. Algo que de no suceder, pospondría a noviembre su elección por mayoría simple.

El cambio en el sentido del voto, como ayer explicó el portavoz popular en la Comisión de la RTVA, José Luis Rodríguez, sólo podría venir de producirse un gesto por parte del PSOE. "Ha terminado el primer tiempo del partido, estamos en los vestuarios, pero veremos si hay que cambiar de táctica en el segundo tiempo o seguimos persistiendo en ese voto", dijo Rodríguez, que mostró su predisposición al diálogo siempre y cuando éste vaya en la dirección de garantizar una radio y televisión pública "plural, independiente y no al servicio de un partido". Un camino que para el PP va más allá de nombrar un nuevo director, sino una modificación del "modelo" y de los "equipos" actuales en la RTVA.

Tampoco prosperaron ayer en el Parlamento, por la mayoría absoluta del PSOE, dos proposiciones no de ley del PP, apoyadas por IU, por las que se solicitaba al Gobierno andaluz a emprender acciones legales en contra del Ejecutivo central por el pago del anticipo sanitario, a través de un recurso ante la Audiencia Nacional, y la segunda, para el cumplimiento "inmediato" de la deuda histórica. En lo que sí estuvieron de acuerdo Gobierno y oposición fue en el debate de totalidad del proyecto de Ley de la Mediación Familiar, arrancando así su tramitación parlamentaria.