Futuro socialista

Susana Díaz ya ha reunido más avales que Pedro Sánchez en 2014

  • Los 'susanistas' esperan acallar el próximo jueves, día de entrega de las firmas, la apariencia de victoria que se dan los 'pedristas.

Susana Díaz, en un mítin en Vigo.

Susana Díaz, en un mítin en Vigo. / EFE

El equipo de Susana Díaz está en disposición de entregar la próxima semana más avales de los que Pedro Sánchez recogió en junio de 2014: 41.338 firmas. Ya las tienen. Entonces, un desconocido Pedro Sánchez obtuvo el respaldo de algunos de los notables del PSOE, como José Bono y José Luis Rodríguez Zapatero, para ser secretario general. Fueron ellos quienes convencieron a Susana Díaz a que se uniese a ellos, puso a su disposición la maquinaria del socialismo andaluz y el resultado fue que la guerra de los avales anticipó el resultado final: Sánchez dejó en la mitad a su principal competidor, Eduardo Madina.

Pero la guerra de los avales, que quedará resuelta el próximo jueves, ha tomado en estos momentos otro sentido. Los pedristas vienen presumiendo, en parte con datos reales y en parte con impresiones subjetivas, que su candidato ganará las primarias porque está llenando sus actos, mientras que la presidenta andaluza no para de pinchar, le falta gente. Es ésta una valoración para ponerla en cuarentena, pero que, en cualquier caso, se resolverá este 4 de mayo; por eso, los susanistas quieren presentar más de 41.000 avales, más de lo que Sánchez obtuvo en 2014 y de los que, posiblemente, recoja ahora.

Es cierto que la semana pasada Sánchez llenó en Barcelona, que sus actos en Andalucía -Huelva y Córdoba la pasada semana- no son minoritarios y, además, lo es que Díaz tuvo dificultades para tapar los huecos en Elche. Ayer, el ex secretario general se volvió a apuntar otro notable éxito de público en León, la tierra de Zapatero, que fue convenientemente venteado por sus seguidores en las redes. Sánchez también navega sobre la ola anímica, y esta semana ha adelantado que el 21 de mayo habrá sorpresas y que él no sólo ganará, sino que arrasará. Pero los susanistas, bastante más tranquilos de lo que claman los pedristas, sostienen que a Sánchez le siguen los mismos de un lado a otro. La batalla parece absurda, un tanto pueril, pero lo que se busca es un efecto psicológico, se persigue la ganancia que siempre se lleva el probable vencedor en las organizaciones cerradas en las que es la dirección quien reparte los beneficios del poder. Un partido es, en muchos sentidos, una coalición de intereses.

Esta última semana, Sánchez ha sumado a sus filas a numerosos históricos andaluces, personalidades sin cargos ya, jubilados sin más preocupaciones que vivir y sin la angustia de buscarse un futuro en el PSOE. Carmen Hermosín, el ex alcalde onubense Juan Ceada, los cinco ex presidentes de la Diputación de Málaga, el ex consejero Rafael Román, la ex ministra Carmen Calvo… Ayer, en León, a Sánchez le respaldó Demetrio Madrid, quien fuese el primer dirigente del PSOE que tuvo que dimitir por un supuesto caso de corrupción que, al final, devino en nada, ni judicial ni moral.

Pero lo mismo se podría decir de Alfonso Guerra y de José Rodríguez de la Borbolla, susanistas en esta ocasión y sin ataduras para su supervivencia. Quien es el militante más antiguo del PSOE, el malagueño Manuel Martín Rueda, de 102 años, afiliado en 1930, ha hecho público su aval a Susana Díaz. Martín Rueda se ha mostrado optimista respecto a lo que sucederá en el partido después de estas primarias. Él vivió la lucha entre los caballeristas y los partidarios de Julián Besteiro en la Segunda República y supone que, esta vez, la unidad llegará tras la votación. Sin embargo, las posturas personales parecen irreconciliables.

Sánchez ya ha declarado que, si gana, exigirá "lealtad" a quienes formen parte de su dirección. Él siente que desde un principio, al menos desde septiembre de 2014, cuando hizo pública su voluntad de ser también candidato a las generales, quienes fueron sus tutores, como Díaz, se volvieron en su contra y no pararon de ponerle palos en sus ruedas. Y, al final, sus más íntimos colaboradores, como César Luena, Óscar López, Patxi López, Antonio Hernando y Meritxell Batet, también lo abandonaron. Por eso, la condición para la unidad es, en su opinión, la lealtad expresa, lo que anticipa graves problemas internos en el caso de que gane el 21 de mayo.

En contra de lo que se suponía, la recogida de avales en las agrupaciones está transcurriendo sin incidentes ni graves denuncias. "Quien fuerce la recogida de avales puede tener el efecto contrario, esto ha cambiado mucho", explicó uno de los miembros del equipo de Díaz. Lo mismo se sostiene desde los pedristas, que están aprovechando para recoger firmas en sus actos. Han sido los partidarios de Sánchez quienes han hecho correr el rumor de que Patxi López no va a conseguir las firmas necesarias para ser candidato, pero parece que si no las tienen aún, las reunirá esta semana entrante. La candidatura del ex lehendakari beneficia, a priori, a Díaz, por cuanto se lleva una parte del voto discordante con la gestora. Los pedristas dan a entender que el PSOE andaluz ha abierto la mano para favorecer la recogida de avales para López, del mismo modo que en 2014 hizo con la candidatura de José Luis Pérez Tapia. Hay una grabación que podría salir a la luz, pero que tampoco sería concluyente para anular ninguna candidatura.

Díaz pasa este fin de semana en Galicia, va a recorrer las principales ciudades de las cuatro provincias. En Vigo le presentó quien ha sido su partidario desde el año 2014, su alcalde, Abel Caballero, quien proclamó que Susana Díaz será la próxima secretaria general y la próxima presidenta del Gobierno. La opinión de Caballero es que a Díaz le avala el éxito electoral de haber vuelto a ganar unas elecciones autonómicas en Andalucía tras la derrota que Javier Arenas infligió a José Antonio Griñán.

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