Andalucía

Susana Díaz desiste de dar la batalla en el congreso federal de junio

  • Deja libertad para que las agrupaciones locales lleguen a acuerdos de integración, comenzando por la suya, la de Triana

Susana Díaz llega a la reunión con su grupo, junto a Mario Jiménez y Juan Cornejo.

Susana Díaz llega a la reunión con su grupo, junto a Mario Jiménez y Juan Cornejo. / josé manuel vidal/efe

Si no fuese por el calor y por la meridional latitud andaluza, se podría decir que Susana Díaz ha decidido retirase a los cuarteles de invierno. No habrá más batallas en el congreso federal con Pedro Sánchez, no solicitará ninguna cuota en la nueva Ejecutiva, votará a favor del secretario general y deja libertad a las agrupaciones para que se lleguen a acuerdos de listas de integración donde sea posible. En una conversación con periodistas, Susana Díaz asumió la derrota del pasado domingo frente a Pedro Sánchez y adelantó que, a partir de ahora, da un paso atrás en la política nacional, al menos en lo que se refiere a su partido. Prueba de que se está dejando hacer en las agrupaciones locales es que en la suya, la de Triana, se ha llegado a un acuerdo para enviar al congresillo de este fin de semana una lista de delegados que reproduce el balance de fuerzas que hubo el domingo entre susanistas y pedristas. No obstante, en esta conversación mantenida, Susana Díaz dijo: "No hay susanismo, que nadie utilice mi nombre en vano".

Las agrupaciones andaluzas están eligiendo ahora a los militantes que irán a los congresillos provinciales del fin de semana. Será, entonces, cuando se elijan a los delegados que van al 39º congreso federal. Son 259 congresistas andaluces. La dirección de Pedro Sánchez quería que estas delegaciones fueran proporcionales a los resultados obtenidos el domingo en las primarias, de tal modo que en las listas hubiera pedristas y susanistas para evitar el enfrentamiento entre las corrientes en una nueva votación. Aunque la dirección andaluza no ha atendido a las llamadas de la dirección de Sánchez, se ha ido imponiendo una realidad: en las asambleas se están llegando a acuerdos y es previsible que ocurra lo mismo este domingo a nivel provincial. Así está ocurriendo en agrupaciones de todas las provincias, aunque los partidarios de Susana Díaz critican que allí donde los pedristas han sido mayoritarios, como en Dos Hermanas, no se quiera un acuerdo. En otras municipios, como Chiclana, básicamente pedrista, sí ha habido consenso.

No solicitará cuota alguna en la nueva dirección de Sánchez y la respaldará

Susana Díaz y la dirección de los socialistas andaluces quieren poner fin, de este modo, al enfrentamiento vivido con ocasión de las primarias. La presidenta no tiene intención de negociar con Pedro Sánchez ninguna cuota en la nueva Ejecutiva. En otras ocasiones, como en el congreso federal de Sevilla, los derrotados, en ese caso los partidarios de Carme Chacón, solicitaron entrar en la dirección para integrar. Ha sido una práctica muy común en el PSOE, pero Díaz no aspira a ello. En la anterior dirección, la presidenta colocó a personas de confianza en los primeros puestos, caso de Antonio Pradas y de Micaela Navarro. Eso no quiere decir que no haya andaluces. Se da casi por hecho que Alfonso Rodríguez Gómez de Celis estará en la nueva dirección. Lo que sí ha explicado Pedro Sánchez es que, esta vez, no habrá barones en la Ejecutiva. No siempre los ha habido.

La intención de Díaz con este paso es apartase de la dirección pedrista. Le va a apoyar formalmente, pero no va a asumir el riesgo de vincularse con la trayectoria que el PSOE tome a partir de ahora en la política nacional. Intervendrá en estos debates en tanto le afecten como presidenta de la Junta de Andalucía, pero se retirará de la orientación que Sánchez quiera darle a su partido en el Congreso de los Diputados. Y lo mismo ocurre con el resto de federaciones, de ahí que sostenga de que "no hay susanismo"; cada barón llegará a los acuerdos que estime necesario con la nueva dirección. La posición de Díaz es algo más holgada. Aunque ella, como candidata, es la derrotada en estas primarias, la militancia andaluza le respaldó, a diferencia de lo que le ha ocurrido a los presidentes manchego, extremeño, valenciano y asturiano. Pero del mismo modo que no influirá en la nueva dirección de Ferraz, Susana Díaz tampoco admitirá injerencias cuando se presente a la reelección en el congreso andaluz de finales del mes de julio. Se hará una Ejecutiva a su medida.

Susana Díaz tendrá, desde ahora, una agenda netamente andaluza, y no se descarta que realice cambios en su dirección o en el Gobierno. En esto la presidenta guarda mutismo, pero es probable que acometa reformas una vez que haya analizado la situación.

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