Los ERE plagados de irregularidades que salpican al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía son consecuencia de la intervención de "traidores de la confianza" que se depositó en ellos. ¿Quiénes son los traidores? ¿A qué instancia competente en la tramitación y aprobación de un ERE pertenecen esos traidores? No hay respuestas precisas. El secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, trató de salir al paso de ayer de las acusaciones directas e indirectas que ha recibido en los últimos días. El máximo responsable de los socialistas sevillanos compareció durante una hora y veinte minutos en la sede de Luis Montoto para responder a decenas de preguntas, en algunos casos con la moderación que le caracteriza y en otros visiblemente encendido. Estuvo arropado por innumerables cargos socialistas: el alcalde Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, la delegada del Gobierno de la Junta, Carmen Tovar, el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Alberto Moriña; los alcaldes de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Écija, Francisco Toscano, Antonio Gutiérrez Limones y Juan Wic; los concejales Manuel Rey, Encarnación Martínez y Cristina Galán, el secretario de Vivienda, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, entre muchos otros.

Viera aludió a que en cualquier organización pública o privada puede haber personas que "quiebran" la relación de confianza: "Siempre hay una posibilidad de fraude". Pero no precisó en que instancia de las intervinientes (empresa, aseguradora y Junta de Andalucía) se localizan las que definió como "traiciones" a esa confianza. A este respecto, apunto al director general de Trabajo como responsable de la custodia del expediente y de controlar la documentación que se le entregaba para acogerse a las ayudas. Pero al mismo tiempo pidió el respeto a la presunción de inocencia de Francisco Javier Guerrero, expulsado ya del PSOE por referir la existencia de un "fondo de reptiles" ante la Policía .

Aseguró que el ERE al que se acogió su cuñado en la empresa sevillana Cuerotex fue "legal y correcto" al llevar más de cuarenta años trabajando en la entidad. Afirmó rotundo que ni Cuerotex ni su familiar tuvieron ningún trato de favor en una negociación en la que su cuñado Juan Pérez, de 61 años, intervino como presidente del comité de empresa por el sindicato UGT. Pérez, casado con una hermana de Viera, cobró lo mismo que sus ocho compañeros acogidos al expediente de regulación, que se firmó en abril de 2005, un año después de que el ahora secretario general del PSOE sevillano dejase de ser consejero de Empleo de la Junta.

El dirigente socialista reclamó a los periodistas un "código ético" para valorar la veracidad de la información que se trata de difundir sobre irregularidades en los ERE. Viera aportó la declaración realizada en la mañana de ayer ante notario por su propio cuñado explicando los hechos, un acta de manifestación que no tiene ningún valor especial. En caso de demostrarse que el relato no se ajusta la realidad podía suponer una posible falsedad en documento público.

Viera apuntó siempre al PP como filtrador de las informaciones sobre los expedientes. Ofreció a este partido un poder notarial para que investigue sus única cuenta bancaria y sus dos propiedades. Lo achacó todo a la proximidad de los comicios municipales: "Soy consciente de que hasta el 22 de mayo tendré que aguantar de todo. Porque si el PP no gana en Sevilla, no ganará en Andalucía".