Uno de los testigos que participó ayer en el juicio de Mari Luz fue el policía que realizó la primera inspección en el domicilio de los Del Valle y en el coche de Rosa. Ya tenían aviso de buscar a Mari Luz en la noche del 13 de enero de 2008 cuando su patrulla fue alertada de que había mucha gente en las cercanías del número 1 de la avenida de las Flores. "Accedieron voluntariamente a que entráramos en la vivienda: había mucho desorden y todos estaban nerviosos, Isabel gritaba que tenía miedo de los gitanos". Los agentes escudriñaron la casa para ver si la niña estaba allí. Ni rastro. A continuación el policía inspeccionó el coche de Rosa. Lo rodeaban "unas 200 personas". Recordó que le sorprendió "lo limpio que estaba y que faltaban las cosas habituales que se tienen en un coche". En el maletero halló cartones "húmedos".

También testificó ayer en la vista oral un funcionario de la Policía Judicial de Huelva que efectuó el segundo registro el 14 de enero. Empezó por el coche: "Estaba muy limpio. En el maletero había un par de cartones. No estaban húmedos, sí manchados y olían como a jabón". También detectó un golpe en el parachoques trasero que tenía la pintura levantada. Era reciente. En el interior del vehículo halló "cabellos, fibras, un pañuelo de papel, huellas y restos de patatas fritas".

Luego se trasladó al domicilio, una casa "desordenada, poco atendida". Allí buscó "pelos, ropa, sangre, armas, lo más evidente", pero no encontró nada concluyente. Tampoco vio ningún carrito de la compra.