Andalucía

El lince volverá a Despeñaperros y Guadalmellato a partir de 2009

  • Una encuesta que ha medido la disponibilidad de colaboración de los vecinos de las zonas afectadas será crucial para elegir el punto de la primera liberación

Los linces que nazcan este año en cautividad en los centros de crías podrían ser de los primeros en desarrollar su vida adulta en libertad. También serán los encargados de una difícil tarea: devolver a este felino en peligro crítico de extinción a parte de los territorios que antes eran suyos. Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente han elegido la zona del Guarrizar, en Despeñaperros, y el Gudalmellato, en Córdoba y lindando con la Sierra Norte de Sevilla, como los lugares idóneos para realizar las primeras liberaciones de los animales nacidos en cautividad.

Una vez desechada la opción de Hornachuelos, el Guadalmellato y Guarrizar se han convertido en los primeros lugares donde se realizarán las sueltas. La actitud colaboradora de los vecinos de estas zonas, que se ha evaluado a través de un estudio elaborado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), será determinante para decantarse por una zona u otra.

Los buenos resultados del programa de cría en cautividad y las lecciones aprendidas con la primera traslocación de un lince macho desde Sierra Morena a Doñana invitan a adelantar la fecha de las primeras sueltas. Miguel Ángel Simón, coordinador del Proyecto de Conservación del Lince ibérico en Andalucía, indicó que el calendario con el que trabajan es que los linces nacidos este año puedan vivir en libertad una vez cumplan los ocho o nueve meses de vida, cuando ya son independientes. Antes, los animales pasarán por unas nuevas instalaciones que les permitan conseguir la autonomía, por ejemplo, a la hora de cazar. "La reintroducción se realizará, mínimo, con dos o tres ejemplares", señaló Simón. El objetivo final es que pueda producirse a medio plazo un contacto entre esta nueva población y la de Andújar.

El programa de cría en cautividad prevé que en 2010 se haya conseguido ocho sueltas de lince para lograr, en 2019, que 116 ejemplares nacidos en estos centros vuelvan a la naturaleza extendiendo las poblaciones a Castilla-La Mancha, Extremadura e incluso al sur de Portugal, como fija el Pacto Ibérico por el Lince firmado hace unos meses.

Los buenos datos de nacimientos en libertad que se registran en Sierra Morena y la recuperación de las poblaciones de conejo permite algo más de optimismo sobre el futuro del felino más amenazado del planeta. Sin embargo, Doñana puede registrar este año un descenso en el número de nuevos cachorros después de perder cuatro machos por culpa de la leucemia felina. La suelta del lince traído desde Sierra Morena, que ya ha entrado en contacto con varias hembras, podría paliar el mal dato. Simón considera que se está a tiempo: "Si nos ponemos las pilas llegaremos a tener cuatro o cinco núcleos de población de linces en los próximos años, frente a los dos de ahora".

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