Unos padres acusados de un delito de abandono de familia cometido al dejar de llevar al colegio a su hija, una menor con retraso, aceptaron ayer una pena de dos años de prisión al reconocer los hechos y argumentaron que no sabían qué hacer en esa situación.
El abogado de la defensa, Antonio López, informó de que los padres -J.R.M. y P.R.V.- aceptaron los cargos que se les imputaba y explicó que el hecho de que la niña ya se encuentre escolarizada propició el acuerdo con el fiscal, que pedía tres años de prisión para el matrimonio.
El colegio de la niña registró 289 faltas de asistencia en dos cursos.
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