Más allá de la tradición, la religiosidad o el tipismo, la romería de El Rocío es un recorrido por un entorno natural rico no sólo en paisaje, sino en biodiversidad. La aldea donde todos los rocieros ponen su mirada está en un lugar privilegiado a 15 kilómetros al sur de Almonte, en el límite de Doñana y muy cerca del mar. Este entorno rodea a la Blanca Paloma y Reina de las Marismas, la Virgen del Rocío, una de las devociones más extendidas desde Andalucía.

El verdadero Rocío es una mezcla de sentimientos entrelazados: alegría, cantos y fiesta, frente a lágrimas, suspiros, silencio, promesa y expresión de sentidos. La marcha rociera va acompañada durante todo el camino por un elemento esencial, el tamborilero, a ritmo del tambor y del sonar de la flauta. Junto a él, el cohetero y todo un revuelo de flecos, lunares y flores.

Hay cuatro caminos que llevan hasta la aldea, todos ellos llenos de rincones en los que disfrutar de la rica naturaleza de Doñana. Son el de Sanlúcar por Doñana, de los Llanos desde Almonte; Camino de Moguer a poniente y del Ajolí a levante.

Cada año, por Pentecostés, aunque la mayoría de las hermandades empezarán a salir el próximo lunes, las más lejanas ya han emprendido su peregrinar, más de un millón de personas se trasladan a la aldea.

El recorrido puede hacerse por el camino de Sanlúcar, que atravesando Doñana une la desembocadura del Guadalquivir con la aldea; el camino de Moguer, por el que los peregrinos de Huelva llegan al Rocío ; el de los Llanos, desde Almonte; y el más antiguo; y el camino sevillano, con lugares como Gelo, Marlo, el Quema, Villamanrique de la Condesa, la Raya Real, Palacio y el Ajolí.

Uno de los actos previos al Rocío y relacionados con él más esperados es el paso de las hermandades por la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa, declarado fiesta de interés turístico de Andalucía. Este año será del 19 al 27 de mayo. De martes a viernes, en el camino de ida, y martes y miércoles de la siguiente semana, en el camino de vuelta. Todas las hermandades que utilizan este recorrido para su peregrinar al Rocío serán recibidas por los miles de asistentes a tan peculiar estampa, y sobre todo, por el simpecado viejo de la Hermandad del Rocío de Villamanrique de la Condesa, presente bajo el dintel de la Iglesia Santa María Magdalena, ubicada en plena Plaza de España, convertido en centro neurálgico de los caminos rocieros.

Muchas de las hermandades que realizan su paso por Villamanrique tienen a este punto como lugar de sesteo o pernocta, aumentando exponencialmente la población de habitantes del lugar, y por ende, necesitándose de una mayor dotación de servicios municipales.

El camino de Sanlúcar de Barrameda es el único que se desarrolla por el conjunto de ecosistemas de Doñana: pinares, dunas, vera y marismas. Es el que permite conocer Doñana en todo su esplendor. Es decir, permite conocer durante el tránsito por un espacio protegido cuyas visitas están restringidas, y cuyos recorridos turísticos sólo coinciden en una pequeña parte con el realizado por los peregrinos al transitar por la vía pecuaria de Sanlúcar de Barrameda a Almonte. Tiene otro componente que lo hace especialmente atrayente: el embarque por el Guadalquivir desde una orilla a otra. Se trata del cruce del río por medio de barcazas , privadas y del ejército, que les permite acceder desde la provincia de Cádiz hasta la de Huelva.

El camino de Moguer es uno de los más conocidos del área peregrina onubense y el que toman la mayoría de las hermandades procedentes de Huelva. El más antiguo de los caminos rocieros es el de los Llanos, que llega del Almonte al Rocío . Tras el camino, la romería empieza el sábado hacia el mediodía con la presentación de las hermandades, un acto que se prolonga hasta bien entrada la noche y que consiste en el paso de las distintas hermandades que peregrinan a El Rocío -por orden inverso de antigüedad- ante el santuario, donde rinden pleitesía con su simpecado. A medianoche, el simpecado de la Hermandad Matriz se dirige hacia al santuario en lo que se conoce como el Rosario de Almonte. El domingo, a las 10:00, tiene lugar en el Real la misa de pontifical y por la noche, el rosario. Para celebrarlo, y al calor de las velas, las distintas hermandades se dirigen al Eucaliptal, desde donde partirá el simpecado de Almonte hacia el santuario, abarrotado a estas horas. Cuando realiza su entrada (a una hora indeterminada), los almonteños saltan la reja para sacar a su patrona en procesión. Arropada por miles de romeros, la Virgen del Rocío recorre las calles de la aldea hasta pasado el mediodía del lunes, cuando vuelve a su santuario y da por concluida la Romería, iniciándose el camino de vuelta.

El aroma de Doñana lo envuelve todo. Es el espacio protegido más importante de España y reserva de la Biosfera. Abarca una superficie de casi 300.000 hectáreas, repartidas entre las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, que posee mayor parte.

Fue declarado Parque Nacional en 1969. Cuenta con unas 365 especies de aves, muchas de ellas en peligro de extinción, y es el lugar de invernada para más de 500.000 aves todos los años. Doñana acoge, además, 21 especies de reptiles, 11 de anfibios, 20 de peces de agua dulce, 37 de mamíferos no marinos (entre ellas el lince ibérico) y unas 900 especies de plantas.

Por otro lado, la cercanía a las playas de Torre del Loro, de Castilla y de Matalascañas, aúnan a la devoción una escapada a disfrutar del mar. La Torre del Loro, construcción del siglo XVI y derruida actualmente, es el punto de unión de cuatro municipios: Palos, Moguer, Lucena y Almonte. A partir de aquí, los acantilados del Asperillo (monumento natural), la playa de Castilla avanza hacia el extremo más oriental de la costa. Matalascañas también tuvo su torre, Torrelahiguerra. Hoy en día hay un Centro de Interpretación del Litoral, que recuerda todas las construcciones defensivas costeras y lleva el nombre de Torre Almenara. 

Más información: www.andalucia.org, www.villamanriquedelacondesa.es, www.turismodehuelva.org