Andalucía

El cupo vasco abre un debate en el seno del PSOE

  • En siete días, Pedro Sánchez ha cambiado su postura respecto a la cantidad que Euskadi aporta al Estado

La cronología de la polémica sobre el cupo vasco parece sencilla, pero no lo es tanto. El lunes, en una entrevista radiofónica, Susana Díaz habló de la necesidad de modular la cantidad que el País Vasco aporta al Estado para que este sufrague las competencias que no están transferidas al Gobierno de Vitoria. Comenzó un goteo de críticas al que se sumaron todas las fuerzas políticas vascas, desde los nacionalistas del PNV al PP, pasando por el propio PSOE, cuya secretaria general en Euskadi, Idoia Mendia, alzó la voz ante las declaraciones de la presidenta de la Junta.

Pero Díaz no fue la primera en referirse al asunto. Cinco días antes, Pedro Sánchez habló de "modificar y actualizar el cupo vasco" frente a los micrófonos de un programa radiofónico matinal. "Lo he dicho públicamente y es la posición del PSOE. Nosotros no entramos en la esencia del concierto vasco, pero creemos que se tiene que actualizar la aportación del País Vasco al sistema de financiación autonómica", dijo el secretario general socialista.

La postura está en la línea de las declaraciones de Díaz justo una semana después, pero también están en sintonía con las realizadas por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. El líder se mostró favorable a renegociar en un futuro la cantidad que las haciendas forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava aportan a las cuentas del Estado para sufragar gastos comunes -ministerios, Casa Real, Congreso, etc- y servicios que presta la Administración central en los territorios vascos, como la gestión aeroportuaria. Como Iceta y Díaz, el presidente valenciano, Ximo Puig destacó la necesidad de respetar el sistema fiscal especial del País Vasco -el denominado concierto-, pero destacó que el cálculo del cupo "no puede llevar a asimetrías como se produce en estos momentos".

El discurso era coincidente hasta que arreciaron las críticas y el encargado de dar un vuelco a la postura socialista fue precisamente el secretario general. "Los socialistas se sienten a gusto y cómodos con el concierto y el cupo vasco". Lo dijo Pedro Sánchez el jueves en un acto en Asturias. Justo una semana después de hablar de la necesidad de actualizar la aportación de Euskadi, el político madrileño dijo que la propuesta constitucional -en referencia a la declaración de Granada, aprobada el 6 de julio de 2013- del PSOE reconoce "dos cosas que no están puestas en cuestión: la primera es el concierto vasco y la segunda es el cupo vasco".

El líder socialista quiso zanjar la polémica el mismo día en que el portavoz de su partido en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, aseguró que el cupo es "revisable". Sin embargo, en el acto celebrado en Asturias, Sánchez explicó que "el verdadero debate está en actualizar el sistema de financiación autonómica, una de las tareas pendientes para la próxima legislatura". Una legislatura que Sánchez quiere protagonizar desde Moncloa y para ello el PNV se postula como aliado. Como ejemplo, la buena sintonía que demostraron el líder socialista y el lehendakari, Íñigo Urkullu, en una reunión mantenida el pasado mes de julio en Ajuria Enea.

El debate va camino de cumplir una semana y, con casi toda seguridad, hoy sumará un nuevo capítulo. El homenaje al histórico socialista Txiki Benegas en San Sebastián reunirá a gran parte de la cúpula del PSOE, encabezada por Pedro Sánchez, y a muchos de sus barones territoriales, como el asturiano Javier Fernández, el catalán Miquel Iceta y, por supuesto, Susana Díaz. La presidenta de la Junta coincidió con Benegas en sus años en el Congreso de los Diputados y hoy acude a la capital donostiarra para participar en el acto de recuerdo del carismático dirigente vasco. En plena tormenta, los socialistas tienen una oportunidad para intentar ponerse de acuerdo.

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