Homofobia

El odio se esconde en el armario

  • Andalucía es la quinta comunidad autónoma con mayor número de agresiones por la orientación sexual. Los expertos sostienen que la mayoría de los casos no son denunciados.

Madrid vivió el miércoles la última agresión homófoba. Ocurrió cuando un grupo, de entre 10 y 15 jóvenes, golpearon e increparon verbalmente a una pareja de gais mientras paseaban por la Puerta del Sol. El motivo del ataque, según afirmaron los propios agresores, era la orientación sexual de la pareja. Este es de los pocos casos conocidos, ya que el principal problema que acarrea la homofobia -conducta enmarcada dentro de los delitos de odio- es la falta de denuncias y, por tanto, de estadísticas reales al respecto.

"La principal batalla que hay combatir en la lucha contra los delitos de odio es la ausencia de denuncias", apostilla Antonio María Lara, profesor de Derecho Penal en la Universidad de Málaga.

Según el docente, la escasez de demandas provoca que las autoridades no puedan investigar. "Las víctimas deberían dar parte a los cuerpos de seguridad cuanto antes para que lleven el delito a la condena", recalca Lara.

"El problema de este tipo de crímenes es que hay una cifra sumergida muy elevada", subraya Maite Verdugo, fiscal especialista en este tipo de delitos, quién sostiene que el 80% de los casos reales de agresiones a homosexuales no se denuncian y que, por este motivo, las estadísticas sobre incidentes relacionados con la orientación sexual son relativamente bajos.

Según el último informe facilitado por el Ministerio del Interior, perteneciente a 2015, la cifra de casos conocidos relacionados con la identidad sexual en España es de 169, de los que el 66,9% ha conseguido un esclarecimiento y 61 agresores han sido detenidos e imputados. Según los indicadores de Interior, el 9% de las agresiones sucedieron en Andalucía, posicionándose como la quinta comunidad -por detrás de Cataluña, País Vasco, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana- con un mayor número de delitos homófobos.

"Hay muchos motivos por los que las víctimas prefieren no denunciar, pero el miedo es la principal razón. Volver a ser agredidos, que su condición sexual sea conocida por sus familiares o temor a que sean rechazados por su entorno, son sus principales preocupaciones", explica Verdugo.

La fiscal subraya que muchas víctimas han presentado el parte de lesiones y, a la hora de tener que personarse en el juzgado para poner la denuncia formal, ni siquiera han acudido a la cita.

Según la experta, la asistencia jurídica ha evolucionado notablemente desde 2013, año en el que se implantó una red de fiscales especializados en Andalucía.

Concretamente, trabajan dos por provincia para ofrecer asesoramiento a organizaciones que tratan de erradicar las agresiones hacia el colectivo homosexual. Estos ataques están tipificados con agravante discriminatorio según el Código Penal.

El Parlamento vivió, a comienzos de este mes, una sesión en la que se presentaron dos proposiciones de ley para reconocer el derecho de las personas que se reconocen como LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales).

Podemos presentó su propuesta en septiembre planteando cuestiones tan novedosas como la creación de cuatro instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de su ley. La iniciativa morada también acarreó cierta polémica al establecer el derecho al tratamiento hormonal sin necesidad del consentimiento paterno. El grupo socialista abogó por crear un norma "que de garantías jurídicas y no genere miedo".

Esta pugna requerirá que las propuestas de ambos partidos se refunden en una sola para que se apruebe por mayoría en la Cámara durante los próximos meses.

"Cuando se ratifique, la agresión será punible como un delito de identidad de género. Esto es un gran paso para Andalucía", afirma Gonzalo de las Heras, portavoz de la asociación Arcoíris.

De las Heras recalca que la fórmula para acabar con los ataques homófobos comienza desde la infancia. El portavoz cree que lo principal es promover la inclusión para evitar casos de acoso escolar por discriminación sexual. Ademáss apunta que "cuanto más joven es la víctima, más interiorizado tiene que hay que denunciar".

El activista sostiene que Andalucía ha avanzado mucho para finalizar con estos delitos. Muestra de ello, según De las Heras, es la ley de protección a los transexuales, aprobada en 2014.

"Seguir en el anonimato cuando se comete una agresión es un retroceso para aquellas personas que han mostrado su compromiso y han sido valientes presentando una denuncia en una situación similar", recalca el portavoz.

De las Heras comparte la visión de muchas instituciones, organismos o expertos y no es otra que la de erradicar este tipo de crímenes para normalizar una decisión personal.

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