Andalucía

Griñán se trae a Camoens

  • La Junta implantará el portugués como segunda lengua optativa · El presidente aboga por la construcción del AVE, objeto de polémica electoral en el país vecino

José Antonio Griñán fue a Portugal y se trajo a Luis de Camoens, poeta y narrador que fijó el idioma luso en el siglo XVI con Os Luisiadas, un libro que supone para nuestros vecinos de occidente lo que El Quijote para nosotros. Griñán se entrevistó durante el día de ayer con las máximas autoridades portuguesas. Por la mañana, conversó con el presidente de la República, el conservador Anibal Cavaco Silva, a quien le anunció que el portugués se convertirá en una de las segundas lenguas que puedan aprender los estudiantes andaluces en los centros de Secundaria. El inglés seguirá siendo obligatorio, pero el portugués se convertirá en una segunda optativa, como ahora es el francés en la mayor parte de los institutos. Según los cálculos de Griñán, el programa se puede llevar a cabo, de modo paulatino, en cuatro o cinco años. "Dependerá -dijo el presidente- de los docentes que vayamos encontrando, aunque ya es un idioma que se puede estudiar, así, en algunos centros de la provincia de Huelva".

Ya desde que inició su viaje a Portugal el miércoles en la ciudad de Faro, el presidente de la Junta se disculpó ante sus colegas del Alentejo y del Algarve por no hablar la lengua portuguesa. Ayer volvió a repetir las mismas disculpas ante un grupo de empresarios lusos y españoles reunidos por Extenda en Lisboa. "Amo a Portugal", dijo. "Es la gente más educada del mundo", siguió el presidente andaluz para proclamar que este país atlántico le produce un deja vu, un esto ya lo he vivido, un sentimiento de cercanía que no dudó en expresar ante el grupo de empresarios. Y es que, en más de una ocasión, Griñán ha comentado que si alguna vez debe retirarse del mundo, le gustaría refugiarse en Lisboa. El presidente andaluz se ha sentido cómodo en este país, desde luego mucho más que en Marruecos, donde realizó su primera visita oficial como presidente y donde fue objeto de una suerte de celada por parte de las autoridades del país y de su televisión oficial para que se pronunciase sobre el contencioso del Sahara.

En Portugal, nada de esto. Más de media hora estuvo reunido por la mañana con el presidente Cavaco Silva en el palacio de Belem y otro tanto, pero por la tarde, con el primer ministro, el socialista José Sócrates. De ambos sacó como conclusión que "el pueblo portugués conoce Andalucía mejor que los andaluces Portugal". Cavaco Silva, que es de Loule, en Algarve, ha visitado nuestra comunidad casi desde niño, y Sócrates también desplegó un conocimiento sobre Andalucía que sorprendió a Griñán. Aunque quien más le sorprendió fue el presidente del Parlamento, Jaime Gama, quien le confesó que conocía todas las provincias andaluzas, excepto Jaén. "Lo he invitado para que en una visita oficial conozca Jaén, Úbeda y Baeza", comentó Griñán.

Su argumento para que los niños andaluces estudien portugués es que este idioma figura entre los tres más hablados en el mundo occidental, junto al castellano y al inglés. Algo más de 200 millones de personas hablan la lengua de Camoens, Antonio Lobo Antunes o José María Eca de Queirós en cuatro continentes, y su conocimiento es, a su entender, el mejor instrumento para afianzar la colaboración entre Andalucía y Portugal.

En su encuentro con los empresarios lusos, Griñán defendió la construcción del AVE como la mejor infraestructura para colocar en el centro a las regiones periféricas de la Península Ibérica. "Para Andalucía, el AVE fue un milagro", aseguró. Sus palabras estaban cargadas de fondo, por cuanto la construcción de la línea de alta velocidad entre Lisboa y Madrid se convirtió en uno de los ejes de la última campaña electoral. La candidata conservadora, Manuela Ferreira, abogó por no seguir con el proyecto bajo el argumento de su tremendo coste económico aunque también motivada por cierto lenguaje nacionalista y de rechazo a España que fue castigado por el electorado. Aunque el problema quedó zanjado tras la victoria de Sócrates, el presidente de la República ha autorizado recientemente el inicio de las obras, pero condicionado a un estudio de viabilidad económica. Según Griñán, su objetivo no era inmiscuirse en la política portuguesa, sino hacer ver la importancia del AVE. En la actualidad, Portugal tiene en proyecto el de Madrid, pero están parados los de Lisboa-Oporto-Vigo y el de Faro a Sevilla. "El puente del Guadiana fue lo que más nos unió, pero necesitamos millares de puentes", comentó a los empresarios.

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