El ex consejero de Empleo, José Antonio Viera, lo dejó caer ayer por la mañana en la reunión que mantuvieron todos los parlamentarios socialistas de la Cámara andaluza. "Comprendo humanamente", vino a decir Viera, que en la convención socialista del pasado fin de semana en Sevilla hubiera compañeros que le saludasen con la mano a tres metros o que, directamente, lo esquivaran. Comprendía, señaló Viera, que ante el cúmulo de papeles de los periódicos, algunos casi lo soslayasen. Por eso, la intervención que el consejero de Empleo, Manuel Recio, mantuvo también ayer en el Parlamento se centró en dos aspectos un tanto difíciles de casar: defender las gestión de sus antecesores en el cargo, José Antonio Viera y Antonio Fernández, a las que calificó como "brillantes" y, a la vez, admitir las irregularidades detectadas en la concesión de ayudas sociolaborales de la Junta a trabajadores afectados por los expedientes de regulación de empleo (ERE).

Difícil de casar o, en cualquier caso, lo que sí emprendió Recio fue una rectificación sobre lo afirmado por él mismo hace una semana en el Parlamento, cuando confesó aquello de que "ni temía ni dejaba de temer" por José Antonio Viera ni Antonio Fernández. En un tono bastante solemne -"comparezco ante el pueblo andaluz, con las manos abiertas"-, el consejero de Empleo subrayó varias veces que él era socialista, y se ayudó en su exposición de citas de Julián Besteiro y de Antonio Machado.

Pero, quizás, su parte más certera fue cuando mantuvo que el PP "confunde la parte con el todo"; es decir, que de 6.000 personas que han recibido ayudas sociolaborales, se han encontrado 39 supuestos intrusos, personas que no trabajaron en la compañía, pero cobraron prejubilaciones. Es decir, negó la mayor: los 690 millones de euros utilizados desde 2001 a 2010 por estos conceptos no formaban parte de un fondo de reptiles ni de un reparto discrecional. La consejera de Presidencia, Mar Moreno, mantuvo que en el 99% de los casos no había irregularidades. "Están fetén", afirmó luego.

La parte y el todo o el grano y la paja. Ése sigue siendo el enigma de este caso. Pero de eso se encargó el que hizo de portavoz popular, Antonio Sanz, al plantear una única pregunta: ¿Cómo es posible que un director general de Empleo, que estuvo desde 1999 al año 2008 en el mismo puesto, que se mantuvo durante tres mandatos de otros tantos consejeros, manipulase él solo todo el sistema? En esto reside, la nuez del llamado caso ERE: si fue una trama urdida por unos intermediarios, una correduría de seguros y el ex director general de Trabajo, Javier Guerrero, o fue obra de dirigentes políticos más altos.

Por eso, tanto el PP como IU solicitaron responsabilidades políticas y una comisión de investigación. Es más: Sanz tiró por elevación, y señaló al ex presidente Chaves; al actual Griñán; al ex consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, y a los consejeros anteriores "como la X, la Y y la Z" del caso.

"¿Usted nos toma por tontos?", llegó preguntarle Antonio Sanz al consejero Recio.

Antes, él había explicado que el sistema de concesión de las ayudas era regular y lícito. Este sistema, que se basaba en una transferencia de explotación de la Consejería de Empleo al IFA (ahora agencia Idea), para que fuera esta institución la que pagase, fue calificado de opaco y no ajustado a Derecho en un informe que la Policía Judicial envió a la jueza del caso Mercasevilla. Es más: la Policía mantuvo que de ello podrían derivarse responsabilidades penales. Recio, como la semana pasada, la consejera de Presidencia, Mar Moreno, explicó que la Intervención General de la Junta, dependiente de la Consejería de Economía, emitió tres informes en 2005, 2006 y 2007, donde ponía en duda el sistema. Eso le valió a Sanz para recordar que el consejero del que dependía el servicio era el hoy presidente de la Junta, José Antonio Griñán.

Y Sanz apuntó dos asuntos más: las recientes regulaciones de empleo efectuadas en los Astilleros de Huelva (la semana pasada) y Santana (que será esta misma) también se realizan mediante el pago de la agencia Idea y con la gestión de una correduría de seguros. En el caso de Huelva, Uniter, la misma que trabajaba con los anteriores consejeros, aunque, de momento, no está en el cogollo de los casos más irregulares. Sanz llegó a tildar a Recio de "mentiroso" porque con anterioridad había declarado que las agencias de seguros no eran las mismas.