El PP logró ayer una victoria ajustada sobre el PSOE en las elecciones autonómicas, muy lejos de los resultados en votos que consiguieron en las generales. Aspiraban a rebañar un diputado a los socialistas, pero no pudo ser y el empate técnico que reflejaba la media docena de parlamentarios obtenido por cada formación se vivió como una victoria en la sede provincial del PSOE y fue recibida en el PP con caras largas. El que más sonriente se mostró fue el coordinador provincial de IU en Granada, Manuel Morales, que se proclamó el "ganador moral" de unos comicios que, al final, no han dejado muchas más sorpresas.

En términos generales, el PP ha logrado superar en sufragios -con casi un 9% menos de participación- al PSOE. Con un aumento menor de dos puntos respecto a los últimos comicios, no es la primera vez que los populares arrebatan la cabecera a los socialistas, ya que lo lograron en 1994. Salvo que en aquella ocasión, el reparto de parlamentarios favoreció ampliamente a los populares, con 6, frente a los 5 que obtuvo el PSOE. Ahora, de nuevo, como en las últimas autonómicas, han vuelto a empatar. El presidente provincial del PP en Granada, Sebastián Pérez, se afanaba ayer en repetir -a los medios y a los suyos, por si acaso-, que habían ganado "de forma histórica".

El PSOE, por su parte, ha perdido más de 6 puntos respecto a la anterior cita autonómica, aunque en la sede provincial del partido se respiraba cierto alivio porque la cosa no hubiera ido a más. Las sonrisas eran más de las esperadas.