Lo que no hay que perderse

La Bienal de los jóvenes

  • Comienza en la plaza de toros de la Real Maestranza la muestra de arte jondo de Sevilla

Aunque de forma no intencionada, ésta va a ser la Bienal de los jóvenes. La razón es que el flamenco contemporáneo es cosa de juventud. Como el resto de actividades públicas. Si el flamenco vence y convence hoy, ha de ser por la pujanza de los jóvenes. Más allá de una cuestión de creatividad, que la hay, los nuevos tiempos marcan una forma de peinarse y mirar, desde las portadas de los discos, desde el cartel del concierto.

Vence y convence Miguel Poveda, sin duda el cantaor flamenco (o simplemente el flamenco) más popular del momento. Premiado y homenajeado en toda la geografía jonda, Poveda convence por naturalidad, por belleza, por sobriedad. Y vence por unas enormes condiciones como intérprete que le hacen enfrentarse a todo tipo de repertorios. Ha cantado y sigue cantando tangos porteños junto a Rodolfo Mederos. Paradójicamente, ha sido su versión de la copla de posguerra lo que lo ha convertido en el joven cantaor flamenco más popular.

Por supuesto que en esto tuvo una importancia determinante su participación en la última película de Pedro Almodóvar. No fue su primera incursión cinematográfica: en 1994 rodó, como actor y cantaor, La teta y la luna de Bigas Luna. Lo escuchamos también en Fados (2007), de Carlos Saura, interpretando esta música popular lisboeta. También cantó junto a una orquesta de cámara en la obra del compositor académico contemporáneo Enric Palomar. Y musicando a poetas catalanes del siglo XX en la que es su mejor y más enigmática y desconocida grabación discográfica, Desglaç (2005). Y, claro está, por soleares, alegrías, malagueñas y seguiriyas, que es lo que hace en sus comparecencias en directo, lo que mejor hace. Por esta vía, Poveda es el encargado de inaugurar el festival sevillano en la plaza de toros de la Real Maestranza, con las colaboraciones de la Orquesta Joven de Andalucía y de Rafael Estévez, director de la propuesta, de la que afirma que tiene su punto de partida en "la voz y las bases que sentaron nuestros antepasados, para que nuestros mayores construyeran los pilares fundamentales del cante flamenco", entre los que se encuentran Chacón, Vallejo, Marchena o Mairena.

Vence y convence Estrella Morente. Continuadora por la vía dionisiaca de la obra del más importante creador del cante contemporáneo, Enrique Morente, que es sin duda la ausencia más destacada de esta Bienal dedicada al cante. Enrique Morente, padre de Estrella, es el referente de la generación de jóvenes intérpretes que aquí estamos glosando. Con sólo tres discos en el mercado, Estrella Morente es uno de los astros más relucientes del universo jondo contemporáneo merced a la dulzura de su voz, a la amplitud de su repertorio, a su dominio rítmico y amplitud melódica. Comparecerá el domingo 26 de septiembre en el Teatro de la Maestranza en una obra titulada Estrella Morente de Granada. El director de la propuesta, Enrique Morente, asegura que "este concierto de Estrella es una evocación de un evento histórico, el Concurso de Cante Jondo de 1922, que la generación de artistas de esos años (Lorca, Falla, Gómez de la Serna, Zuloaga...) realizó en Granada a favor del arte flamenco. Es, también, un acto de agradecimiento a ellos".

Más voces nuevas en la estela morentiana: otro de los componentes de eso que se dio en llamar en su momento Nueva Sensibilidad Flamenca, el onubense Arcángel. Un intérprete inquieto que ha cantado las composiciones de Juan Carlos Romero, Chicuelo, Mauricio Sotelo o Isidro Muñoz, pero que siempre ha convencido por su dominio y naturalidad en el repertorio tradicional. No se lo pierda, junto a la guitarra cordobesa de José Antonio Rodríguez, el día 28 de septiembre en el Teatro de la Maestranza.

Y más voces jóvenes: La Tremendita, Segundo Falcón, Rocío Segura, David Palomar, Marina Heredia, David Lagos, Antonio Campos, Argentina ... Lo dicho, el presente es de los jóvenes.

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