Cine

No es país para John Rambo

  • Sylvester Stallone ya ha comenzado a entrenarse para meterse de nuevo en la piel del exboina verde. "Seré perverso, pero a la vez intelectual", asegura el actor de 'Rocky'.

Sylvester Stallone ha comenzado los entrenamientos para meterse  por quinta vez en la cada vez más flácida piel de Rambo. Lo lógico sería que, para ser fiel a sus personajes, se pusiese la canción Gonna Fly Now en el walkman para sus ejercicios, el tema con el que acaba subiendo las escalinatas del Museo de Arte de  Philadelphia en la saga de Rocky. El actor  explicó en una reciente entrevista en Vulture que ya está cincelando su cuerpo para lucir palmito en Rambo V. 

Y aunque tiene una línea propia de suplementos alimenticios, lo cierto es que el protagonista de Cobra acabó reconociendo hace poco la evidencia:  antes de abordar sus papeles se hace con una provisión de HGH (Estimulante de la hormona de crecimiento) y testosterona. Con todo, en la anterior entrega de 2008, Stallone desterró la icónica imagen del exboina verde descamisado y con pantalón militar y se cubrió pudorosamente con una camiseta de manga corta. "Me estoy preparando para el papel, estoy empezando a hacer ejercicio y seré perverso, pero a la vez intelectual, un asesino con corazón, inteligente pero también estúpido", afirmó Stallone a la revista.

Durante la entrevista, el intérprete  desveló que  intentará "cubrir todos los límites" a la hora de dar vida por quinta vez al militar.

La productora Splendid Film compró el pasado mes de junio los derechos de la saga Rambo  y emitió un comunicado declarando que el propio Stallone ha escrito el guión de la nueva película. La quinta entrega de la serie se describe como "la versión de No es País para Viejos de Rambo", puesto que el veterano de Vietnam tendrá que enfrentarse a un cártel de droga mexicano. La última vez que  Stallone dio vida al personaje fue en el año 2008, en la cuarta entrega, una película que consiguió recaudar más de 110 millones de dólares en todo el mundo pese a que la acción se limitaba al protagonista disparando una metralleta como quien se va a una máquina de recreativos a matar marcianitos.

Acorralado, la primera aparición de John Rambo en los cines, fue estrenada en 1982.  James Cameron, el director de Titanic, fue coguionista de la cinta y, en su descargo,  aseguró que él sólo escribió el primer borrador del guión, sobre el que Sylvester Stallone hizo muchos cambios. El contenido "político" del film creó mucha controversia. Muchos pensaban que el conflicto de Vietnam fue alterado para parecer más heroico. Pero Cameron aseguró que él sólo escribió la parte de acción  y que Stallone se hizo cargo de  la parte política. Para muchos es el capítulo más notable de todas las andanzas de Rambo y el único hasta la fecha que se desarrolla en EEUU. 32 años más tarde, el 'soldadito' regresa de nuevo a su país tras viajar a Vietnam en la segunda parte, hacer una escala en Afganistán en Rambo 3 y aventurarse por la selva de Birmania en la cuarta entrega. De hecho, el epílogo de esta película es un guiño a Acorralado, con Stallone con vaqueros y cazadora militar caminando por una cuneta, aunque aquí está feliz de regresar al rancho de su padre.

Y si en la saga de Rocky  su cuñado Paulie es el único personaje que ha sobrevivido a todas las entregas, en el caso de Rambo el actor Richard Crenna, encarnando al coronel Trautman, aguantó la batalla hasta la tercera entrega. A partir de ahí, el personaje se quedó, de nuevo, más solo que la una, pese a que tuvo sus escarceos amorosos en Rambo II con una combatiente vietnamita. En la cuarta parte, el mercenario nota que las flechas de Cupido -que lanza de manera más convencional que él- le han alcanzado cuando conoce a una cooperante internacional que es capturada por los militares birmanos.  Porque hasta Rambo tiene su corazoncito y una moral particular: "Vosotros elegís, vivir por nada o morir por algo", le suelta a sus compañeros de aventura en la, hasta la fecha, última andanza del militar, tachado de "fascista" por muchos críticos. Para otros, es simplemente parte de su memoria sentimental, como el Tetris o el Monopoly.

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