Cine

Venecia sin ti (España)

  • La 72 edición de la Mostra comienza hoy con Egoyan, Skolimowski, Bellocchio, Sokurov, Kaufman o Gitai en la Sección Oficial y sin apenas presencia nacional

Si uno echa un vistazo a las estadísticas del 72 Festival de Venecia puede comprobar que Estados Unidos, Francia y, por supuesto, Italia son los países con mayor representación en las distintas secciones, en respuesta proporcional al actual peso geopolítico de sus respectivas cinematografías y al habitual peaje chovinista que auspició el nacimiento de los grandes festivales europeos. 

 

Sin embargo, si buscamos "Spain" apenas encontraremos tres títulos, dos de los cuales, El clan, de Pablo Trapero, en Sección Oficial, y La calle de la amargura, de Arturo Ripstein, fuera de concurso, son argentino y mexicano respectivamente (con participación económica española), y el tercero, el cortometraje Zero, de David Victori, está rodado en inglés avalado por la productora de Ridley Scott. 

 

Continúa así el suma y sigue de otra particular marca España, la que dicta que nuestro cine (sus formas, autores y asuntos), un cine siempre en crisis, periférico a su pesar, aislado de las tendencias contemporáneas, sin camino intermedio entre la producción estándar destinada al consumo local y las propuestas más exigentes y minoritarias recluidas en circuitos alternativos, sigue sin contar demasiado en el orbe festivalero de primera línea, asunto éste que debería invitar a la reflexión del colectivo profesional y los responsables políticos de nuestra cultura. 

 

Ajena a este debate, la Biennale de Alberto Barbera sigue su andadura con apuestas de más o menos riesgo en su sección oficial. Entre los nombres propios, el canadiense Atom Egoyan, muy perdido últimamente, compite con Remember, un filme sobre las heridas aún sin cicatrizar del pasado nazi protagonizado por Christopher Plummer. El israelí Amos Gitai se acerca también al asunto judío en Rabin, The Last Day, mientras que el polaco Jerzy Skolimowski, en buena forma tras Essential Killing, presenta la que se adivina como vibrante 11 minutes. 

 

A la nómina de autores de peso en la Sección Oficial se suma el formidable Marco Bellocchio con Sangue del mio sangue, un drama conventual en dos tiempos acechado por las sombras y fantasmas habituales de su cine reciente. Y bueno, nada que no sea excepcional y hermoso puede esperarse del ruso Aleksandr Sokurov, que en Francofonia se propone la titánica tarea de reivindicar la Cultura Europea entre las salas ocupadas del Museo del Louvre.

 

La representación francesa estará cubierta por Xavier Giannoli (Marguerite) y Christian Vincent (L'Hermine) y el resto de la nutrida participación italiana por Piero Messina (L'Attesa, con Juliette Binoche, fiel a su cita con cada festival), Luca Guadagnino (A Bigger Splash, donde repite Tilda Swinton tras L'Amore) y Giuseppe Gaudino (Per amor vostro, con Valeria Golino). 

 

El cine estadounidense estará representado por Charlie Kaufman, guionista de éxito (Cómo ser John Malkovich) y director de culto (Synecdoche, New York) que regresa con su proyecto en stop-motion Anomalisa, a buen seguro bizarro y controvertido. Bandera británico-norteamericana tiene The Danish Girl, de Tom Hooper, biopic de las artistas Lili Ebe y Gerda Wegene para lucimiento travestido del oscarizado Eddie Redmayne. 

 

Después de dirigir la celebrada primera temporada de True Detective, Cary Fukunaga vuelve a la gran pantalla con Beasts of No Nation, adaptación de la novela del nigeriano Uzodinma Iweala protagonizada por Idris Elba que se adentra en el pozo de la violencia en África. Un tratamiento más experimental y ensayístico cabe esperar de la videoartista y compositora Laurie Anderson en Heart of a Dog, mientras que Equals, de Drake Doremus, se revela como una incógnita por la presencia de Kristen Stewart en un paisaje distópico.

 

La cuota del cine del mundo ha sonreído en esta ocasión a la cinta turca Abluka, de Emin Alper, a la venezolana Desde allá, de Lorenzo Vigas, a la surafricana The Endless River, de Olivier Hermanus, a la australiana Looking for Grace, de Sue Brooks, y al documental chino Beixi Moshuo, de Zhao Liang. Casi todos contentos.  

 

Fuera de concurso podrán verse también los nuevos filmes de Frederick Wiseman (In Jackson Heights), Tsai Ming-Liag (Afternoon), Sergei Loznitsa (The Event) o los documentales sobre Brian de Palma y Janis Joplin de Noah Baumbach y Amy Berg; de la sección Orizzonti sólo pueden esperarse semillas de futuro, mientras que la sección Venice Classics, cada año más nutrida, recupera en versiones restauradas títulos imprescindibles de la historia del cine como Pyaasa, de Guru Dutt, Alexander Nevsky, de Eisenstein, Los chicos de Feng-kuei, de Hsiao-hsien, Barbarroja, de Kurosawa, León Morin, prête, de Melville, A Matter of Life and Death, de Powell y Pressburger, I mostri, de Risi o el Otello de Orson Welles.

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