Un gol de pañuelos de Vidal de falta directa avivó la llama de la esperanza del Arcos, que volvió a ganar una vuelta después y que se queda a cuatro puntos del decimoséptimo, el Dos Hermanas, y a cinco del decimosexto, el Cartaya, tras derrotar a un Xerez B que vivió su particular 'Día de la Marmota': volvió a tener varias y buenas ocasiones para adelantarse en el marcador pero no fue capaz de marcar y regresó derrotado por una jugada a balón parado. Más de lo mismo para el ya descendido filial.

El partido arrancó vivo, con intercambios de ataques pero con Bello y Tete excesivamente individualistas. El árbitro deja claro que es protagonista al detener el partido un par de minutos -luego sólo descontaría uno- para que a un espectador le retiren el megáfono que portaba para animar a su equipo, y pasados los primeros veinte minutos el partido empieza a decaer y a convertirse en un tostón insoportable. El Arcos no logra poner en aprietos a un descendido como el Xerez B y hasta el minuto 24 no llega el primer disparo local, intento de Guti al que responde Toni en una felina intervención desviando el balón a córner.

Poco después, David Ávila es expulsado por una presunta agresión a un contrario y al Arcos, que se mete en una refriega inútil, se le complica el partido y a la media hora Carlos dispara alto obstaculizado por una defensa local a puerta vacía en una ocasión clarísima de los azulinos tras gran jugada de Ántoni.

El arbitraje, desconcertante, no contribuye al espectáculo y hay jugadores locales excesivamente nerviosos y descentrados, por lo que apenas hay jugadas aceptables, sólo las entradas por la banda de Ántoni. Para colmo, en el último minuto se lesiona Javi Moreno, que sufre un pinchazo en la parte posterior del muslo y tiene que ser sustituido por Henares. En esta primera mitad los dos equipos justifican con creces su situación en la tabla, el Arcos se juega más pero su juego es atropellado y desordenado y los nervios le impiden centrarse, por lo que su fútbol es caótico y huérfano de ideas. A tenor de lo presenciado, la posición de los dos conjuntos en la tabla es totalmente merecida.

La segunda mitad arranca sin Bello -muy nervioso y retirado con acierto por Nico Sosa en previsión de males mayores- y con un cabezazo de Mere (47') desviado de nuevo a córner por Toni con mucho acierto; en el minuto 50, responde el Xerez B y Melli saca con el pie derecho un tiro de Carlos que estaba totalmente solo ante en inmejorable situación para mover el marcador, que variaría cuatro minutos después cuando Vidal clavó una falta en la escuadra derecha de Toni.

Puche reacciona y hace dos cambios de una tacada para dar más profundidad y más amplitud al campo aprovechando la inferioridad numérica del rival y en el minuto 65 Melli desvía un peligroso centro al segundo palo de Tete con dos xerecistas solos esperando para rematar.

El Xerez B se va al ataque y el Arcos defiende con más corazón que cabeza pero con bastante desorden y en el minuto 76 hay un gol anulado a Añón por fuera de juego.

El partido sigue siendo catastrófico y si hubiese habido tila en el Barbadillo se hubiera agotado a esas alturas. El Arcos juega el otro partido -aparecen balones en el campo cuando ataca el Xerez B- y los errores se suceden en uno y otro bando con el fútbol brillando por su ausencia. Con los arcenses al borde de un ataque de nervios, Luis Lara dispara de forma inocente en el minuto 84 desde la corona del área cuando podía avanzar en solitario; en el 86 Guti dispara a bote pronto dentro del área y el balón se le va alto en buena posición; y en el minuto 93, el gran susto para los locales y el canto del cisne para los visitantes en un tiro de Añón que se estrelló en el palo.