Colgó la bicicleta en 1994 y desde entonces colabora con RTVE como comentarista de las grandes vueltas por etapas, primero con el recordado Pedro González y, desde hace 15 años, formando pareja televisiva con Carlos de Andrés. Pedro Delgado, ganador del Tour de 1988 y de las Vueltas de 1985 y 1989 es toda una institución en el ciclismo español.

-¿Recuerda una participación en la Vuelta con un elenco de ciclistas como el de este año?

-Creo que no. En mi época vinieron Hinault o Fignon pero se puede decir que fuimos grandes a posteriori. Que todos los 'números uno' actuales vengan a disputar la Vuelta creo que nunca se había dado. De hecho, ni siquiera en el Tour o en el Giro ha habido una participación de este nivel. Es algo para estar orgullosos de que se dé en la Vuelta a España".

-El único ausente entre los grandes es Nibali. ¿Él se lo pierde?

-No, no. Nibali ya ha ganado la Vuelta a España, el año pasado fue segundo y este año ha ganado el Tour. No creo que se le vaya a echar en falta y tampoco se lo pierde. Ya con el Tour que ha ganado tiene bastante.

-Pero da la sensación de que no se ha medido a los Froome, Contador y compañía.

-Es el brillante triunfador de este Tour pero todos nos hacemos esa una conjetura: ¿qué hubiera pasado con Froome, Contador o Nairo Quintana, esos tres grandes corredores que todos tenemos la sensación de que están al mismo nivel de Nibali y a lo mejor incluso por encima?

-De cualquier modo, no resta un ápice al interés que ha despertado la Vuelta 2014.

-Va a ser un enfrentamiento importante. Nairo Quintana está creciendo como ciclista, Froome está más consolidado, Alberto en plan reivindicativo, con esa raza suya y siendo el mejor corredor de los últimos años. Se presenta una Vuelta a España apasionante con todos los números uno.

-Algunos equipos incluso llegan con dos corredores que son favoritos, caso del Movistar. ¿Cómo se gestiona en carrera una situación de este tipo?

-En el caso de Nairo y Alejandro son corredores complementarios. Alejandro es más explosivo mientras que el colombiano es más sólido, más fondista, y en ese aspecto le va a quitar presión a Alejandro. Luego la carretera decidirá. Los caracteres de ambos son buenos para vivir situaciones críticas de carrera y luego lo que han dicho ellos, que será la carrera la que les ponga en su sitio. Yo soy de la opinión de que llevar dos líderes que sean complementarios no es malo. Te pongo un ejemplo. Para la segunda etapa se espera en Tarifa un viento muy fuerte. Llevas un líder, se te cae a las primeras de cambio y te quedas desnudo frente al rival. En una carrera de fondo, si llevas dos, si los puedes tener claro, es mejor.

-Dentro de la dureza de la Vuelta, ¿alguna etapa que destacar, por ejemplo la primera toma de contacto con la montaña en Cumbres Verdes?

-Más que en La Zubia, que es un puerto exigente pero corto y en el que puede haber diferencias pero no grandes, los ciclistas le tienen mucho miedo a etapas como la del domingo en la costa entre Algeciras y San Fernando. Si sopla el viento se pueden formar abanicos y cortarse la carrera. Recuerdo una Vuelta que salió de aquí desde Jerez e íbamos a Málaga y lo pasé fatal por el viento. Menos mal que la carrera se paró y pudimos reagrupar pero en etapas cortas siempre hay mucho peligro para los corredores y especialmente para los que disputan la general.

-¿Cree que Contador está para disputar la carrera?

-Tiene una semana para ir buscando sensaciones y ese golpe de pedal. Hay etapas en las que puede perder algo de tiempo pero no son de las decisivas, medio minuto o un minuto como mucho, pero eso te permite estar siempre en la carrera y luego la frescura con la que arranca por esa falta de preparación le va a servir en la última semana, que es durísima y con terreno suficiente para recuperar lo que pierda al principio.

-Tanto Alberto Contador como Chris Froome llegan con esa incertidumbre tras sus caídas y abandonos en el Tour.

-Alberto llega con más dudas porque no ha podido preparar en condiciones mientras que el británico sí ha podido preparar mejor, ha tenido tiempo para entrenar, para hacer sus series y son también dos lesiones distintas. Froome ha tenido más tiempo para concentrarse en hacer la Vuelta a España.

-La Vuelta ha dado un salto de calidad y durante los últimos años ha encontrado su propia identidad. ¿Qué le falta para poder codearse con el Tour?

-Yo es que creo que a la Vuelta a España no le falta nada. Tenemos esa sensación de infravalorar lo nuestro. Hay buenas carreteras, buen recorrido y encima este año la mejor participación que se puede dar. Está el podio del Giro del año pasado, el campeón de este Giro, el ganador del Tour de 2013... Ni Giro ni Tour de Francia han tenido en los últimos años una participación como ésta. Que haya sido de una manera colateral, bueno. Pero la Vuelta es una gran carrera y el ciclista siempre actúa así, tiene sus objetivos y luego va cambiando dependiendo de cómo le va. Creo que la Vuelta tiene empaque.

-El año pasado, la Vuelta comenzó desde el mar, éste lo hará desde una fuente y el lunes los ciclistas saldrán desde el buque Juan Carlos I ¿Qué le parece este tipo de salidas?

-A mí estas cosas me parecen estupendas, va a ser espectacular. Deportivamente a lo mejor no aporta gran cosa pero mediáticamente sí, hay que hacer la carrera un poco más próxima al público, con destellos de innovación.

-No sé si ha tenido oportunidad de subir los puertos más duros aprovechando el espacio que tiene en Teledeporte con sus 'Pericopuertos' ¿Qué se van a encontrar los ciclistas?

-Sí, he subido los ocho finales en alto. El que más me ha impresionado es La Camperona, un puerto realmente duro, con tramos del 24 por ciento y muy explosivo. Luego también está San Miguel de Aralar y La Farrapona y especialmente Pandozarco, que es Ancares pero por su otra vertiente. Es un alto muy duro pero llega un día antes del final en Santiago y puede que la Vuelta ya esté decidida.