La 69 edición de la Vuelta Ciclista a España que arranca hoy en Jerez con una crono por equipos reúne al más selecto elenco de favoritos que se recuerda en una gran ronda por etapas. Salvo Vincenzo Nibali, ganador del Tour de Francia disputado el pasado mes de julio, están todos los que son y son todos los que están. A la cita no ha querido faltar ni siquiera Alberto Contador, quien se apuntó a última hora tras superar la fisura de su tibia derecha que le dejó k.o. en el Tour de Francia. Su rendimiento, eso sí, es una incógnita.

A priori, la Vuelta a España se presenta como un duelo bajo el sol entre Nairo Quintana (Movistar) y Chris Froome (Sky). El colombiano se impuso en el Giro de Italia y se retiró a sus cuarteles en su país natal. Poco más se supo de él hasta que la pasada semana se hiciera con la victoria en la Vuelta a Burgos por delante de Dani Moreno. El británico, por su parte, llega a España tratando de arreglar un mal año. No pudo ganar una Dauphiné en la que se vio superado por Contador y por el estadounidense Talansky (Garmin), ganador final de la prueba. El Tour le fue bastante peor al tener que abandonar en la quinta etapa -la del pavés- tras sufrir una caída producto de la cual se fracturó una muñeca. De cualquier forma, el ganador del Tour de 2013 ha tenido días de sobra para preparar la Vuelta y, en teoría, llega en buena forma para luchar por el cetro que no podrá defender Chris Horner (Lampre). El sorprendente ganador de la ronda española en 2013 causó ayer mismo baja por una bronquitis y unos niveles bajos de cortisol que le impedirán, a sus 42 años, defender su título.

Entre las bazas españolas, Joaquim 'Purito' Rodríguez es el que más a conciencia ha preparado la carrera, también condicionado por un año para olvidar debido a las caídas. Su planificación -Giro y Vuelta- se vio rápidamente alterada tras su abandono por caída en la ronda transalpina y utilizó el Tour como preparación para la Vuelta, aunque se metió en la lucha por el maillot de la montaña que finalmente se enfundó Rafal Majka, compañero de Alberto Contador en el Saxo Tinkoff.

Sin olvidar al pinteño, una auténtica incógnita pero que suele coger rápidamente la forma, Alejandro Valverde tendrá en esta Vuelta un rol alternativo al ser, en teoría, Nairo Quintana el jefe de filas del Movistar aunque en principio hablen de que ambos parten con las mismas opciones. El español puede aprovechar su tremendo golpe de pedal en los finales 'nerviosos' que ha preparado la organización de la Vuelta, llegadas en repecho como la de Arcos, o pequeños puertos cortos y exigentes como Cumbres Verdes (La Zubia) o Valdelinares, donde tendrán mucho que decir las bonificaciones de 20, 12 y 8 segundos para los tres primeros clasificados.

Un escalón por debajo pero igualmente peligrosos aparecen nombres como los de Andrew Talansky y Ryder Hesjedal (Garmin), Mikel Landa y Fabio Aru (Astana), Roberto Gesink (Belkin), Warren Barguil (Giant-Shimano), Rigoberto Urán (Omega Pharma), Jurgen Van der Broeck (Lotto) y Haimar Zubeldia (Trek). Lo dicho, un elenco impresionante.

Terreno hay de sobra para marcar diferencias. La Vuelta comienza hoy en Jerez con una crono por equipos de 12,6 kilómetros que no debe marcar cosas importantes en la carrera. En la segunda etapa, entre Algeciras y San Fernando puede aparecer -además del calor- el temido viento de Levante, que podría provocar abanicos. El tríptico gaditano se cierra el lunes con la etapa que sale desde el portaaviones Juan Carlos I en Cádiz y la llegada en repecho a Arcos, en una jornada con cuatro puertos de tercera categoría -El Picacho, Alcornocales, El Camino y El Boyar- antes de la meta arcense.

La primera toma de contacto con la montaña llegará en la sexta etapa (Benalmádena-La Zubia) con el final en el puerto de Cumbres Verdes de 1ª Categoría, con una rampa máxima del 12.8%, una media del 7.8 y una longitud de 4,5 kilómetros, ideal para hombres como 'Purito' o Valverde.

El Alto de Aramón Valdelinares, en la 9ª etapa, con sus 8 kilómetros al 6,6 por ciento será el aperitivo perfecto para intentar sacar algunas diferencias antes de la contrarreloj individual entre el Real Monasterio de Santa María de Veruela y Borja y que llegará tras el primer día de descanso. La crono, con un perfil sinuoso y un pequeño puerto de tercera (Alto del Moncayo, al 5,5%) en la mitad del recorrido marcará las primeras grandes diferencias. Un día más tarde, los ciclistas deberán afrontar la subida a San Miguel de Aralar, otro puerto duro, de 10 kilómetros, con rampas máximas del 14%.

Las tres llegadas consecutivas en alto en La Camperona, con sus infernales tres últimos kilómetros, Lagos de Covadonga y sobre todo la considerada etapa reina con final en La Farrapona subiendo antes Colladona (1ª Categoría), Cordal (2ª), Cobertoria (1ª) y San Lorenzo (1ª), deben dejar bastante marcada la carrera antes de afrontar la última semana en Galicia, donde espera el Monte Castrove (18ª etapa) y la temible subida al Puerto de Ancares por la vertiente del Pandozarco en la penúltima etapa antes de que los corredores afronten la última etapa por las calles de Santiago en la última crono (9,7 kilómetros) individual.