La vuelta a la competición del turco Arda Turan, con media hora espectacular en el estadio Santiago Bernanéu, avanzó el rearme ofensivo del nuevo Atlético de Madrid, el camino que busca el entrenador argentino Diego Simeone, para la readaptación del equipo a los cambios en su plantilla.

"Desde las formas de cómo jugar necesitamos crecer en las combinaciones, sobre todo es lo que se hizo en el segundo tiempo. Desde que entró Arda el equipo se acercó a lo que iremos a buscar", anunció el técnico minutos después del triunfo por 1-2 en el derbi ante el Real Madrid, al que ha ganado en tres de las últimas cinco visitas al Santiago Bernabéu, también con un empate y una derrota. Desde el principio de temporada, Simeone insiste en ese proceso de rearme del equipo por los cambios en la plantilla -salieron doce jugadores este verano y entraron diez respecto al equipo que fue campeón de Liga el pasado 18 de mayo-, sobre todo en el aspecto ofensivo por las características diferentes de sus atacantes.

Ni Mario Mandzukic es Diego Costa ni Antoine Griezmann es David Villa ni Raúl Jiménez es Adrián López. Sólo Raúl García, de las opciones en punta que maneja el técnico entre los 21 jugadores que dispone para esta campaña, repite respecto al pasado curso, cuando en anteriores temporadas apenas había habido un cambio en el once tipo de un curso a otro, tanto en 2012-13 como en 2013-14. La transición de medio campo al ataque y la continuidad en el juego para encontrar a esos futbolistas ha sido una de las situaciones que más dificultades ha presentado al Atlético en este inicio de curso hasta esa última media hora en el Santiago Bernabéu, cuando el equipo decidió el derbi a su favor liderado por Arda.

Un cambio en cadena, la entrada del interior turco también trasladó a su vez a Koke Resurrección al centro, y la posterior inclusión de Griezmann, tres minutos después, dieron al Atlético más balón, más velocidad, más profundidad, más fútbol y el segundo gol, decisivo para un triunfo importante en ese proceso de crecimiento. La salida de Arda sobresalió entre todas. Su primera jugada fue una pase fallido a la subida de Guilherme Siqueira. El resto de acciones, con esa pausa y esa calidad para elegir la mejor forma para el regate y el pase al compañero, con esa visión de juego y con esa conducción pegada al pie, multiplicó el fútbol de su equipo.

Entre su entrada al campo, en el minuto 61, y el gol, un disparo cruzado con el interior del pie derecho pegado al poste contrario fuera del alcance de Iker Casillas, el futbolista participó en dos ocasiones más: una jugada individual cuyo tiro final se fue por centímetros, como él mismo medía con los dedos segundos después de esa jugada, y un intento de remate de cabeza que despejó un defensa. "Arda y Griezmann nos han aportado lo que queríamos, esa frescura después de unos buenos minutos y ha salido como lo habíamos planeado", valoró Raúl García, que la "iba a pegar" en la jugada del 1-2 cuando escuchó "un grito" del jugador turco, intuyó que estaba "en mejor posición" y la dejó pasar. El resultado fue el gol.

"Todo sabemos lo que es Arda para nosotros: un jugador diferente. Cambió el partido", destacó el uruguayo Diego Godín tras el duelo. "Es un gran jugador. Siempre se entrega a tope y es un futbolista que puede ayudar mucho en los que se pretende en el ataque", dijo, por su parte, el delantero mexicano Raúl Jiménez. Después de casi un mes de baja por una lesión muscular, en el Atlético esperaban su vuelta a la competición. "Necesitamos al mejor Arda", decía Simeone en la víspera del derbi. Ya dispone de él, de ese futbolista "diferente" que este sábado enseñó el camino ofensivo que persigue el conjunto rojiblanco para esta temporada.