Los zurdos siempre han tenido un aura especial. Los zurdos buenos, claro. Como si el fútbol les brotara directamente del corazón, que por algo lo tienen algo más cerca de su pie bueno que los diestros. Incluso los analistas del balón han acuñado un cariñoso diminutivo al respecto, dirigido a jugadores que emergen impulsados por un don a la siniestra: "Es un zurdito. Un zurdito con clase...".

La Liga española atesora al mejor zurdo del momento -quizá al mejor de todos los tiempos, con permiso de Diego Armando Maradona- y también se puede vanagloriar de acoger al mejor diestro, Cristiano Ronaldo. Ambos son tan rabiosamente buenos que suelen marcar goles con su pierna menos buena, pero la querencia es la querencia. Y el pasado fin de semana, como si de un guiño a la actualidad política se tratara, mucha de la luz que arrojó la Liga brotó a babor, cuando es sabido que hay mayoría de diestros en las plantillas: Messi, Bale, Griezmann, Bruno Soriano, Caicedo...

A por el Pichichi

El año 2014 nos dejó con la lucha por el Pichichi bastante desequilibrada a favor de Cristiano Ronaldo, con su registro sideral de 25 goles por los 15 de Messi. Pero en este 2015, el primero se ha hecho humano y adicionó tres dianas más, por seis del argentino. Total, que hay diferencia aún, pero también pulso: 28 por 21.

Messi es otro desde aquella noche en Anoeta que tanto se revolvió en el banquillo mientras se arrodillaba su equipo sobre la hierba. Fue el punto de inflexión para él. Y para Luis Enrique, tan dependiente de lo que destile el crack con la pelota en los pies. Desde entonces, Messi se ha reencontrado consigo mismo. Y eso equivale a decir que el Barça puede pelear por la Liga. El día antes de ir a la ceremonia del Balón de Oro, brindó una memorable actuación de todocampista ante el Atlético, coronada con otro gol. Ante el Dépor se llevó otro balón firmado por sus compañeros. Y en Elche, dos tantos más y la evidencia de que Neymar es un socio inmejorable. Disfrutan pasándosela, inventando. Ahota tú me asistes, ahora yo te correspondo. Doce veces buscó el brasileño al líder ante el Elche. Al que más. Entre los dos (31 de Messi y 19 de Ney) llevan ya 50 goles de los 91 oficiales esta temporada. El 55% se eleva al 64% en la Liga (21+14 de un total de 54). El mejor zurdo se apoya en el segundo mejor diestro.

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Y en Córdoba, ya que el mejor diestro del planeta sacó por quinta vez en una Liga su peor defecto y se fue a la ducha antes de tiempo y con 1-1, a Bale le tocó dejar un pésimo partido del líder en un mero susto, en un aviso. Lleva el galés 10 tantos y cuatro pases de gol. Su zurda, a veces de seda y muchas de titanio, va a más. Y Ancelotti lo agradece ahora que esa locomotora llamada Cristiano atraviesa un tramo valle.

La consagración de Antoine

A Griezmann, como en su día a Bale, le costó integrarse en el mecano. Pero Simeone ya ha encajado la pieza y el francés rinde como lo que es. Como lo que demostró en el último Mundial cuando lo dejaron. Su actuación ante el Rayo fue casi perfecta. Jugueteó con los centrales, Morcillo y Ze Castro. Dio un curso de una especialidad en la que la afición colchonera tiene un máster, el fútbol de contragolpe. Y ya es el quinto goleador de la Liga (10). Comprobado que Mandzukic es un punta efectivo, pero con un repertorio más reducido y más constreñido al área que Diego Costa, era vital para el Atlético que Griezmann apareciera más por fuera, en el fútbol al espacio. No todo va a ser resolver a balón parado.

En Villarreal, Bruno Soriano lidera con su golpeo de zurda al submarino amarillo. Es un peligro a balón parado o desde la frontal. Y es el eje con Triguero de escudero. Más ahora que Cani salió rebotado. Y en el Espanyol, la afición vibra con el estado de forma de Caicedo, que ha marcado en sus siete últimos partidos en Cornellà.