El Sevilla, con una gran segunda parte, en la que remontó el 0-1 con el que concluyó la primera, dejó abierto el pase a las semifinales para la vuelta en San Petersburgo ante el Zenit ruso, un equipo con mucho oficio y que se vio superado por la fe y ganas de los locales. 

Los sevillistas tuvieron que luchar ante un rival líder de su liga y que viene rebotado de la Liga de Campeones, pero la fuerza del Sevilla en su campo, donde no pierde un partido oficial desde hace más de un año, volvió a demostrarse y ahora le queda luchar la semana que viene seguir su camino y poder revalidar el título. 

El técnico de los rusos, André Villas-Boas, debido a sus cuatro importantes bajas por sanción, como las de Smoinikov, Criscito –los dos laterales– Danny y Hulk, además de la fortaleza que muestra su rival en el Sánchez-Pizjuán, dispuso de una alineación defensiva con hasta cinco zagueros. 

Desde el arranque, la formación de San Petersburgo dejó hacer al Sevilla, que utilizó de salida como grandes novedades a Reyes, de enlace entre la media y la delantera, y a Gameiro. 

Lo adelantado de las líneas de los locales le pudo dar algún disgusto en los aislados avances del Zenit y así Oleg Shatov y el exdelantero del Málaga José Salomón Rondón, sobre todo el venezolano con un ajustado cabezazo, estuvieron cerca del gol rebasado el cuarto de hora. 

La formación española empezó a desesperarse ante el dispositivo táctico de los visitantes y llegaron precipitaciones ante un rival que no renunció nunca a salir rápido a la contra. En una de ellas, Ryazantsev, el hombre más adelantado junto con Rondón, remató con fuerza ante  Sergio Rico y el rechace de éste hizo que el balón le llegara otra vez para fusilar el 0-1. 

Emery sacó desde el inicio de la reanudación a Denis Suárez y Mbia para dar mas fluidez en el juego de ataque y el Sevilla salió volcado en busca de la remontada. El asedio fue total,con intentos por los dos extremos y por el centro ante un rival replegado y con ganas de que pasaran los minutos, y que movió bien el balón para evitar la reacción rival. 

El tiempo pasó y Emery agotó sus cambios con la entrada de Bacca para ver si el goleador sevillista abría la meta rusa y las ocasiones fueron produciéndose hasta que el colombiano logró el empate en el minuto 73. 

De ahí hasta el final, el Sevilla mantuvo su acoso ante un Zenit que luchó con todo para que la reacción local no pasara de ese empate, pero una espectacular volea de Denis Suárez en el minuto 87 le dio la vuelta al marcador.