Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Deportes

Acelerón hacia Milán

  • Contador atacó en el Ologno y Landa y Aru cedieron más de un minuto Segundo triunfo de Gilbert

Philippe Gilbert (BMC), en un alarde de fuerza, logró el doblete en el Giro imponiéndose en la decimoctava etapa en la que Alberto Contador (Tinkoff) dio un paso decisivo para lograr la maglia rosa el domingo en Milán.

A 6.05 minutos irrumpió del ganador cruzó la meta el madrileño, acompañado por el canadiense Ryder Hesjedal (Cannondale), una especia de gregario en su lucha por ganar posiciones que le ayudó a meter 1.13 minutos al grupo de Mikel Landa y Fabio Aru, el dúo del Astana que una vez más fueron víctimas del poderío de el de Pinto. Un paso decisivo para Contador en espera de las etapas de Cervinia y Sestriere, que por recorrido y dureza bien podrían aportar sorpresas, pero las fuerzas están claras. Contador va camino de su segundo Giro. Las diferencias son amplias y Landa, esta vez perjudicado por una caída, ya está a más de cinco minutos.

Se esperaba una fuga para animar la etapa antes de que los gallos se vieran las caras en el Monte Ologno, a 35 kilómetros de meta. Y llegó la fuga pasado el kilómetro 40 con 12 hombres que volaron en la parte ondulada del principio y en el llano posterior. Una aventura numerosa que a 50 kilómetros de la meta contaba con una ventaja de 13.10 minutos.

Poco después aparecieron las caídas y la etapa sufrió un vuelco. En el Giro, dijo Contador, siempre pasa algo, está lleno de trampas, y una de ellas afectó a Landa y su compañero Tiralongo. El Tinkoff vio rodar por el asfalto al enemigo número uno y abrió gas a tope tirando a bloque, mientras el alavés iba perdiendo tiempo y fuerzas, cerca del momento clave, a los pies del inédito Monte Ologno.

Una carrera rota al inicio de la cuesta que aprovechó la maglia rosa para ponerse de pie y despedirse del grupo principal, donde se quedó sin respuesta ni aliento Aru en otro día débil. Camino en solitario con 42 kilómetros por delante. El madrileño sacó las alas como ya hizo en el Mortirolo y voló en los 10 kilómetros de ascenso al 9% de pendiente.

Un ataque lejano, potente y definitivo que le permitió ir alcanzando a ciclistas de la avanzadilla. Pero no sin dificultad, ya que un problema en el cambio le atascó unos segundos, aunque por suerte un atento mecánico le volvió a impulsar en su camino. Después, acompañado por Hesjedal, vencedor del Giro 2012, mantuvo su renta sobre los Astana.

Por delante, Gilbert conectó en el descenso con los fugados. A 20 kilómetros de meta el ciclista valón quemó sus naves para quedarse solo y lanzarse a tumba abierta en un peligroso descenso por su segunda victoria en la presente edición.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios