Deportes

Los silbidos al himno como gran amenaza

  • Más de 10.000 silbatos serán repartidos antes del partido por asociaciones independentistas

La polémica sobre los más que posibles pitos al himno durante la celebración de la final de la Copa del Rey, a escasas horas de la celebración, parece estar más candente que nunca.

Si por un lado la relación Cataluña-País Vasco parece fortalecerse con la disputa de este partido -el lehendakari, Íñigo Urkullu, se reunirá con Artur Mas horas antes del partido-, los independentistas parecen querer unirse a la fiesta.

Distintas entidades partidarias de la escisión de ambas comunidades repartirán más de 10.000 silbatos para que quien lo estime oportuno pueda pitar el himno cuando éste sea reproducido en el Camp Nou, así como al Rey, por, según las entidades independentistas, "ser símbolos que van en contra de Cataluña".

Estas mismas plataformas han participado de un manifiesto titulado "Por la pitada al himno español y al rey Felipe de Borbón", en el que piden "manifestarse sonoramente" para realizar un acto reivindicativo que manifieste "nuestra voluntad de libertad nacional".

Tal es la tensión existente, que los organismos rectores ya anunciaron la posibilidad de suspender el partido si estos hechos se producían, además de diversas sanciones a los equipos cuyos aficionados silbaran los símbolos nacionales. Una posibilidad sobre la que se han pronunciado distintos protagonistas.

El propio Gobierno pidió a la entidad azulgrana que ponga todos los medios posibles para evitar que los silbidos se produjeran. La respuesta a esta petición no tardó en llegar, en forma de una tímida afirmación por parte del vicepresidente institucional del Barcelona, Carles Vilarrubí.

"El Barça, institucionalmente, debe pedir a todos que respeten formalmente los himnos y las instituciones", señaló Vilarrubí tras recordar que el club azulgrana no es el organizador del evento. "Nosotros somos unos invitados y nos piden responsabilidades sobre el comportamiento de las 37.000 personas que son nuestros socios. Pero los derechos individuales del socio son los derechos individuales del socio y nosotros no podemos imponer comportamientos", concluyó.

Por su parte, Patxi López, dirigente del PSOE en el País Vasco, aseguró que no le gusta que en un partido de fútbol "se pite un himno que representa a mucha gente", pero no es partidario de suspender el encuentro si sucede porque "sería alimentar precisamente a los que pitan".

Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, afirmó que "todos los himnos, sea cual sea la competición deportiva nacional o internacional que se dispute, deben ser respetados en un ambiente cívico y educado".

El último en mojarse sobre esta polémica fue el manchego Andrés Iniesta. El centrocampista del Barcelona se mostró esquivo a la hora de responder. "Lo que a nosotros nos preocupa es el deporte, el fútbol. Eso lo llevan otros ámbitos. El que quiera dar su opinión, que la dé", dijo el de Fuentealbilla.

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