Barcelona y Athletic, los dos equipos españoles que más Copas del Rey exhiben en sus vitrinas, medirán hoy sus fuerzas en el Camp Nou en un duelo que proclamará al sucesor del Real Madrid, vigente campeón. El Barcelona, que ya posee 26 títulos coperos, parte como favorito frente al Athletic, que aspira a elevar a 24 su número de trofeos en la competición.

Al empuje que supuso la reciente conquista de la Liga, los azulgrana suman su inmejorable condición física y psíquica y el hecho de jugar en su campo, por más que éste se proclame neutral en la final de Copa y el Barcelona ocupe en esta ocasión el vestuario visitante.

Muchos de los numerosos hinchas que el Athletic siempre arrastra en sus finales -se esperan más de 70.000 y sólo una parte con entrada para el partido- se paseaban ya ayer por Barcelona con la esperanza de que la sorpresa vuelva a surgir en este tipo de finales. La historia, sin embargo, habla en favor del Barcelona: los azulgrana se impusieron en cinco de las siete finales de Copa disputadas entre ambos equipos, entre ellas las dos últimas, en 2009 y 2012.

"El Barça es favorito en todos los títulos y luchamos para ganarlos, pero en una final puede pasar de todo. No menospreciamos al Athletic, ni mucho menos, y aunque la historia nos favorece, esto está al 50%, máxima igualdad", sostuvo ayer Sergio Busquets.

La ilusión por conquistar una nueva Copa mueve tanto al Athletic, que ganó la última en 1984, como al Barcelona, que aspira a avanzar hacia al anhelado triplete con un doblete imprescindible. "En ilusión, estamos a la misma altura o más que el Athletic. Nos ilusiona como a ninguno ganar esta Copa porque venimos de un año sin conseguir los objetivos. Hace unos días ganamos la Liga y también estamos a las puertas de otro. Hemos trabajado bien para que el título se quede en casa", afirmó Iniesta.

Tras conquistar la Liga la semana pasada, su equipo necesita ganar la Copa para hacer una "temporada histórica", en palabras de Busquets, y aspirar a repetir el triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones) que el Barcelona únicamente conquistó en 2009, cuando Pep Guardiola dirigía el equipo. A la vuelta de la esquina, el próximo 6 de junio, a los azulgrana les espera la Juventus de Turín en la final de la Liga de Campeones. Pero eso no parece ocupar de momento a los dirigidos por Luis Enrique, que repite el "partido a partido" desde el inicio de temporada.

Según todos los protagonistas, la final de Copa es "uno de los partidos más bonitos que se pueden disputar por su gran ambiente" y nadie quiere perdérsela.

En el Athletic, sólo lo harán por sanción De Marcos y por lesión Muniaín. En el Barcelona, hasta Luis Suárez, baja en los dos últimos partidos por unas molestias, está ya a disposición de Luis Enrique. El tridente que forman el charrúa, Mesi y Neymar es la mejor arma del Barcelona para burlar la elevada presión defensiva que caracteriza el juego del Athletic.

Tras clasificarse para la próxima Liga Europa, el Athletic, que ayer se entrenó en Bilbao antes de viajar a Barcelona, sueña con que esos argumentos futbolísticos sean suficientes para sacar a paseo la Gabarra con la que celebran sus títulos.

El triunfo del Deportivo en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid en la final de 2002 es la referencia para los vascos, pues aquello fue una de las grandes sorpresas que se dan en el fútbol. Pero no parece que en esta ocasión las fuerzas estén tan equilibradas como entonces y el Barcelona parte como rotundo favorito para su título número 27.