José Luis Escañuela, suspendido como presidente de la Real Federación Española de Tenis, declaró este jueves que su decisión de dimitir tras la eliminatoria de Copa Davis que jugará España contra Rusia del 17 al 19 de julio pretende "salvaguardar que Gala León se siente en el banquillo".

Para Escañuela, la elección de la extenista española como capitana fue "la última cosa" que le quedaba por hacer", según declaró en una entrevista a Radio Marca, y que con ello ha contribuido "muy modestamente a que el deporte sea mucho más igualitario". A pesar de encontrarse suspendido por el CSD, debido al expediente abierto por el TAD, aseguró no tener "ningún problema ni con Miguel Cardenal, ni con el Gobierno de España, ni con nadie", e insistió en que "si respetan el hecho de que Gala se siente en Rusia, me marcharé", dijo, "por donde llegué".

"Se ha querido socavar la independencia federativa", argumentó durante la entrevista, "ha sido una campaña de acoso permanente, se ha usado de forma espúrea todo tipo de medios por parte del CSD", prosiguió sobre la investigación del organismo presidido por Miguel Cardenal. Ante las informaciones que aseguraban que la Federación de tenis se había gastado 12.000 euros en caramelos, Escañuela declaró que "no son ciertos esos datos, y además se están distorsionando, forman parte de ese proceso de acoso".

Sin hacer cábalas sobre quién podría ser su sustituto tras su dimisión, sí dijo que en el grupo de personas de su junta directiva "hay dos o tres personas" a las que considera "perfectamente preparadas". "Yo ya estoy fuera, así que si yo era el problema, ahora soy la solución", añadió.

A pesar de todo, aseguró que "el Gobierno del PP no consentirá este ataque a la igualdad y no consentirá que Gala no se siente en Rusia, ya que en todo caso", precisó, "no sería solo yo, sería toda la sociedad española la que de alguna manera no toleraría ese hecho".