Un gol de Adrián en el minuto 92 dio la victoria al Villarreal ante el Liverpool en El Madrigal acercando a los locales al sueño de acceder por primera vez en su historia a la final de la Liga Europa.

El submarino amarillo tratará en el mítico estadio de Anfield de conseguir su objetivo tras haber ganado en casa un partido muy nivelado entre dos conjuntos de un potencial muy similar y cuyo resultado deja abiertas las posibilidades de ambos para estar en la final de Basilea.

Tanto Marcelino como Klopp, tenían claro el tipo de partido que pretendían que se jugara y consiguieron su objetivo, neutralizándose ambos a la perfección. Por ello se vio un encuentro sin tregua pero marcado por la intención de unos y otros de combinar la búsqueda del gol a favor con la obligación de no recibirlo y que se resolvió al final.

La primera mitad ya estuvo marcada por la igualdad y por la intensidad con la que se emplearon ambos conjuntos, y aunque de entrada el Villarreal dominó más que su rival, la primera opción de gol fue para Allen en un remate centrado que detuvo sin problemas Asenjo.

Esta dinámica continuó hasta el cuarto de hora de juego, pero a partir de entonces el Liverpool mejoró en su funcionamiento colectivo y el equilibrio de fuerzas pasó a ser mayor, aunque en esta fase del partido la opción más clara de gol fue para el equipo local en un doble remate de Pina.

A partir de ese momento se vivió un tramo final del primer tiempo muy táctico, en el que unos y otros trataron de crear sus ocasiones de gol, pero en el que era importante no perder la posición y no dar opción al rival, conscientes ambos del valor que podría tener cualquier error para el desarrollo del choque.

Con la igualdad como característica de una primera mitad nivelada, Soldado tuvo la oportunidad de abrir el marcador en una acción aislada en el minuto 42, pero la igualdad a cero que se mantuvo hasta el 45 reflejó a la perfección el desempeño de uno y otro equipo en la primera mitad.

La segunda parte dio comienzo con la entrada de Ibe por Coutinho en el equipo visitante y un remate de cabeza al poste de Bakambu a la salida de un córner en el primer minuto de juego. Tras esa acción, el encuentro mantuvo la tónica del primer periodo en cuanto a equilibrio de fuerzas, pero pasó a ser mucho más abierto con constantes alternativas y una ocasión clara para el Liverpool ya que el segundo balón al poste del partido llegó en un remate de Firmino.

En el último suspiro del partido, tras una pérdida del conjunto inglés, un balón de Bruno le llegó a Denis Suárez quien, tras una gran jugada, cedió el balón a Adrián para que sólo tuviese que empujar el esférico e hiciese el 1-0.