Bastian Schweinsteiger, capitán de Alemania los últimos dos años y uno de los grandes referentes en la última década del actual campeón del mundo, disputará hoy ante Finlandia su último partido con la camiseta de su país. "Será una noche especial para mí", admitió el centrocampista de 32 años, que lució los colores germanos en 120 partidos desde que debutó en un amistoso en 2004.

El duelo preparatorio en Mönchengladbach, previo al inicio de la clasificación al Mundial de Rusia, servirá para despedir a uno de los jugadores clave en los éxitos del combinado alemán en los últimos años. "Perdemos con Basti al capitán y a un pilar del equipo", lamentó el seleccionador, Joachim Löw. "Va a dejar un hueco".

Schweinsteiger anunció su retiro del fútbol internacional el 29 de julio, menos de un mes después de disputar su último partido con la selección en las semifinales de la Eurocopa, donde el equipo cayó en semifinales ante el anfitrión por 2-0.

Desde su irrupción como titular en el equipo en el Mundial de 2006, Alemania no se bajó nunca de las semifinales en los grandes torneos, además de alcanzar las finales de la Eurocopa de 2008 y del Mundial de 2014. En el estadio Maracaná vivió precisamente su momento de mayor gloria al alzarse como campeón mundial. "Logramos algo histórico que no volveré a repetir en mi carrera", escribió Schweinsteiger al anunciar su despedida. "Por ello es correcto y sensato concluir ahora y desearles todo lo mejor".

El alemán heredó la capitanía de Philipp Lahm tras el torneo brasileño, pero las lesiones complicaron la regularidad en su rendimiento y su importancia en el equipo decreció tanto en la selección como en su club.

Actualmente, atraviesa una difícil situación en el Manchester United, ya que Mourinho no cuenta con él. Sin embargo, Löw ya avisó que las puertas de la selección siguen abiertas aunque sea fuera del césped.