"Hemos tenido años malos y ahora hay que disfrutar prudentemente de los resultados positivos". Es el resumen de Francisco García Navas, consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía -el servicio de estudios de Unicaja-, sobre la situación actual en la región. Las perspectivas para 2015 son muy favorables. Estos expertos prevén que se crearán 70.000 nuevos empleos en la comunidad este año, lo que supondría un descenso del paro del 5% y rebajar la tasa de desempleo, si la población activa lo permite, al 33% frente al 34,2% con el que finalizó 2014. 

Esos nuevos empleos no saldrán del aire, sino de la creación de un "círculo virtuoso" que permitirá que la economía andaluza crezca un 2,6% en 2015, casi el doble que el año pasado y en la misma proporción que la nacional. 

La piedra angular de esta corriente positiva es la demanda interna. El consumo de los hogares andaluces se disparó un 3,7% en el último trimestre del año pasado y cerró el conjunto del ejercicio en el 2,5%. Teniendo en cuenta que en 2013 sufrió una merma del 2,4%, el cambio es más que considerable. En 2015 estos expertos prevén que crecerá hasta el 3%. Si crece la demanda, la oferta tiene que reaccionar y lo está haciendo. La inversión empresarial se elevó un tímido 0,9% el año pasado tras varios años de caída en picado (en 2011 y 2012 se derrumbó más de un 7%), pero es tal la confianza que Analistas estima que esa formación bruta de capital aumentará un 3,8% en el actual ejercicio. El consumo de las Administraciones Públicas sigue siendo casi inapreciable, pero hay una tendencia alcista y eso ayuda. La rebaja del precio del petróleo y del gasto energético en las empresas, junto al menor coste de financiación para las compañías por el descenso de los tipos de interés hacen que todo parezca mejor a la hora de invertir, tanto en maquinaria como en personal. 

Si las empresas producen más y hay más consumo, los sectores crecen. Estos expertos creen que el 2015 será un buen año para todos los segmentos productivos salvo para el agrario, que suele ir por libre ya que su comportamiento depende de otras variables como la climatología o la productividad de los cultivos. El sector servicios, con el turismo a la cabeza, seguirá tirando del carro, mientras que la industria tendrá el mayor crecimiento porcentual (3,9%). 

La noticia más positiva es que, al fin, la construcción volverá a latir. Estuvo en coma -en 2012 cayó un 15% interanual- y desde entonces la mejoría ha sido lenta. En 2015 sí se prevé que vuelva a los números negros, con un crecimiento del 3,5% gracias al aumento de compraventa de viviendas, de concesión de hipotecas o, muy levemente, de visados. El precio está repuntando en algunos lugares concretos y eso es otro síntoma de que se tocó fondo y ahora ha llegado el momento de remontar. 

En cualquier caso, ese aumento previsto del 3,5% hay que cogerlo con alfileres porque se parte de números que estaban por los suelos. Su peso en el PIB será aún reducido y habrá que esperar unos años para que recupere el esplendor de antaño, si es que se sigue apostando por ese modelo productivo basado en turismo y construcción. 

Andalucía terminó el año pasado con 110.000 ocupados más, un 4,2%, hasta contabilizar un total de 2,68 millones. Se está lejos de los 3,2 millones alcanzados en 2007, pero se ha conseguido taponar la herida, pues desde 2007 el descenso había sido continuado. Ha aumentado el número de pernoctaciones hoteleras, de matriculaciones de vehículos, de sociedades mercantiles constituidas, de transacciones inmobiliarias... 

Muchas empresas andaluzas, además, han aprendido de las miserias de la crisis y se han volcado en el comercio exterior, de forma que las exportaciones alcanzaron los 26.512 millones de euros el año pasado, el volumen más alto de la historia. No obstante, la economía presenta sus paradojas. El aumento del consumo de los hogares tiene la vertiente negativa de promover más importaciones de bienes y servicios, por lo que el saldo de la balanza comercial sigue siendo negativo en la región en algo más de 4.000 millones de euros. n Analistas piensan que en 2015 volverán a crecer las exportaciones, pero seguirán los números rojos. 

Por provincias, Málaga se ratifica una vez más como la locomotora económica de la región. El año pasado fue la provincia que más creció y volverá a ser líder en 2015, seguida de Sevilla y Granada. Si la demanda acompaña, como está haciendo hasta ahora, no hay nubes en el horizonte a corto o medio plazo. Ni siquiera la maratón de elecciones.