Charles Brewer-Carias. Descubridor

"Es más difícil ahora sobrevivir en Venezuela que en plena selva"

  • El científico venezolano es una de las autoridades en el Amazonas, ha realizado documentales sobre tribus como los yanomami y es autor de decenas de libros sobre la naturaleza sudamericana.

Usted se siente ¿aventurero, científico, explorador, descubridor...?

El aventurero o el explorador se impulsa por un deseo personal. Descubrir es descorrer el velo, dar a conocer al resto del mundo lo que estaba oculto. Tiene un rasgo creador. Me siento polímata, conocedor de muchos campos, que aplico a descubrir: a encontrar especies animales o vegetales, a descubrir lugares geográficos.

¿Cuántas especies ha descubierto?

En mis expediciones se han descubierto centenares de especies y 29 de ellas llevan mi nombre. Tengo lagartos, ranas (como la anomaloglossus breweri), escorpiones,

plantas. Se denominan breweri por mí. Incluso tengo una cueva con mi nombre, descubierta en 2002, la más grande de cuarcita del mundo.

¿Con qué figura se identificaría?

En la revista alemana Geo me convirtieron en el Humboldt del siglo XXI. Él fue inmenso, yo me comparo con sir Robert Schomburgk, un gran especialista en la Amazonía. Fue quien  realizó la ruta más extensa por las selvas americanas, en el siglo XIX, al servicio del Reino Unido. 

¿Qué buscaba un británico en Sudamérica?

Le encargaron trazar los límites de la Guayana británica con Venezuela y hace un recorrido tremendamente fructífero en lo científico. 

Usted precisamente ha dirigido decenas de expediciones al territorio de las Guayanas...

Ese territorio es un escudo precámbrico, en las tierras altas entre Venezuela, Guyana, Surinam y allí, por sus condiciones extremas, se dan muchos endemismos para investigar. Son especies en plena evolución y es un foco para el estudio de los especialistas. 

¿Por qué es un lugar idóneo para descubrir y estudiar la evolución?

Por sus condiciones muy duras en altitud, radiaciones ultravioleta, falta de precipitaciones y de nutrientes en el terreno. Es un desierto frío. Sólo un pequeño grupo de animales y plantas son capaces de desarrollarse en esas condiciones. Se desarrollan por ejemplo unas plantas carnívoras extraordinarias capaces de generar sabores y olores para atraer a insectos.

¿Cómo evoluciona, cómo aprende, una planta a generar olores que atraigan a insectos?

Son mutaciones continuas de estas especies y sobreviven aquellas que desarrollan lo más adecuado para sus condiciones extremas de subsistencia. El entorno determina qué ha de sobrevivir. Las condiciones exigentes obligan a mutar de manera más frecuente que en otros lugares más benignos.

¿Y cómo se descubren cosas? No será cuestión de ir a lo loco por esos desiertos. 

Para descubrir hay que tener conocimientos muy amplios, funcionar como un disco duro que te permite distinguir qué es novedoso en tu observación. Es cuestión de analizar siempre lo que ves. A tu alrededor hay plantas, aves y el descubridor sabe qué nombre tiene cada una. Para descubrir primero hay que saber y después, observar. Es lo mismo que el que es capaz de encontrar a un Messi entre miles de niños futbolistas.

Usted reflexiona sobre los condicionantes naturales que explican los comportamientos sociales. 

En países de condiciones extremas como los nórdicos, donde existen reconocimientos como el Nobel, hay más disposición a admirar y respetar los méritos ajenos. En los países mediterráneos, sin embargo, hay más envidia y destrucción hacia el que triunfa, hacia el que sale hacia adelante...

¿Qué es más difícil, sobrevivir en plena jungla o en su Venezuela natal?

Se ha llegado a tal punto de maldad en Venezuela que es más difícil sobrevivir que en la selva, que a fin de cuentas es un ecosistema ordenado.

¿Cuándo se fue al traste Venezuela?

Sin duda, cuando llegó Chávez al poder. 

¿Y cómo un científico logra incluso una distinción gastronómica?

En mi país me han reconocido con el Budare de Oro, el principal galardón de la cocina, por mi libro Desnudo en la selva, donde clasifico y describo todos los alimentos comestibles de la Amazonía. Yo soy el primer sorprendido de esa distinción culinaria, porque no era mi propósito.

Como experto en subsistencia en la selva amazónica ¿qué pautas básicas ha de seguir alguien que se pierde en la selva?

Un detalle básico: nunca dormir en el suelo, ni  en una tienda de campaña, sino en hamacas. Las hormigas llegan a ser letales, las termitas, las serpientes... No hay animal más venenoso en el mundo que la hormiga 24, es cardiotóxica.

¿No son más peligrosos los animales carnívoros?

Los animales carnívoros detectan a través de nuestra orina que somos como ellos, y entonces nos eluden. Por eso hay que orinar junto al lugar donde duermas.

¿Y si se es vegetariano?

Entonces tenemos un problema, porque has de tener a tu lado a alguien que sea carnívoro y deje su rastro. Los depredadores suelen atacar cuando te comparan de tamaño y se sienten más grandes que tú. Por eso en la selva no es recomendable agacharse y si hay que defecar, hay que tener a alguien al lado. Los depredadores atacan a las personas que se agachan en el río para beber, para lavarse... 

¿Qué podemos cazar, o comer, en esas condiciones?

En la selva no serías capaz no ya sólo de atrapar a algún animal, sino incluso verlo. La fuente de proteínas más eficaz serían en este caso los insectos. La prioridad sería beber. No podemos subsistir más de tres días sin agua, pero estamos programados para aguantar 30 días sin comer.

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