España

Detenido tras empotrar su coche contra la sede del PP en Madrid

  • El arrestado, de 37 años y natural de Teruel, lleva varios meses parado y podría tener problemas mentales. El vehículo penetró en el edificio cargado de material explosivo.

No eran las 07:15 de este viernes cuando Daniel Pérez, de 37 años, de Bronchales (Teruel), empotraba su Citroën Xantia en la sede del PP con dos botellas de butano y fertilizantes. Sin heridos ni daños importantes que lamentar, quería atentar contra todos los políticos porque "son iguales". Es lo que le ha dicho a la Policía horas después de ser detenido en la calle de Génova, concretamente en el número 13, escenario de una fotografía inédita: la de un coche dentro de la sede del PP, en el vestíbulo, detenido antes de llegar a las escaleras que dan acceso al resto de plantas.

Al volante, un hombre de 37 años, en paro desde mayo, que padece esquizofrenia y problemas con las drogas -según fuentes policiales- y que fue detenido por la Guardia Civil hace 15 años por el hurto de un vehículo. Tras ser arrestado ha declarado que es empresario y que está desesperado porque lo ha perdido todo. Dentro del coche, los agentes especializados en desactivación de explosivos (Tedax) se han encontrado dos bombonas de butano, 5,8 kilos de nitrato amónico, es decir abono industrial, así como un temporizador y un iniciador de carácter casero, un "rudimentario" artefacto que, en palabras del director de la Policía según los datos de los técnicos tras una primera inspección, era difícil que llegara a explosionar.

Sin embargo, el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, ha revelado más tarde que el artefacto, aunque casero, tenía todo lo necesario para explotar. De hecho, estaba preparado para detonar en una hora y media, según alertó el ahora arrestado en el momento en el que llegó la Policía. "El fallo o no del artefacto iba a depender el iniciador, que eran cabezas de cerillas, y si lo hubiera encendido podría haber funcionado", ha dicho Fernández Díez.

En cualquier caso, el artefacto ha sido desactivado, se ha desalojado la zona por motivos de seguridad y se ha establecido un importante cordón -ha durado unas siete horas-. Por precaución también, el tráfico se ha cortado y se ha interrumpido el metro en varias estaciones, aunque la más afectada ha sido la de Alonso Martínez, muy cercana a la sede del PP, donde los trenes no han parado durante unas tres horas. Más tiempo se ha tardado en retirar el coche. Una grúa ha evacuado el vehículo pasadas las 12:30 y lo ha trasladado en dirección a la Plaza Colón custodiada por vehículos policiales.

Vecinos y curiosos no han ocultado su desconcierto ante lo ocurrido, aunque la más asustada era una trabajadora que limpiaba a esas horas la primera planta cuando se sobresaltó con el estruendo. Fuera, en la calle, justo enfrente del PP, Isabel, la quiosquera pensó que el impacto se debía a "un despistado, alguien que estaba bebido". Despedía a una clienta cuando vio el acelerón de un coche oscuro que "se metió hasta dentro". Ya no le dio tiempo a más, ni siquiera a cerrar el quiosco porque la policía la desalojó de inmediato a un bar cercano. Para vecinos, comerciantes y otros trabajadores de la zona la noticia llegaba al mismo tiempo que el ir y venir de coches, el despliegue policial y las calles cortadas.

Hasta la sede del PP llegaba a media mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para comprobar de primera mano los desperfectos, acompañado de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano. Decenas de empleados de oficinas, bares y tiendas de la zona han pasado la mañana recluidos en cafeterías o pasando frío en la calle hasta que han podido ocupar sus puestos de trabajo. Otros han optado por volver a sus casas y no han faltado los curiosos arremolinados para ver cómo la grúa se llevaba el coche.

Mientras, se conocía más información sobre el detenido, que fue trasladado a las dependencias policiales de la Brigada Provincial de Información, en Moratalaz, donde ha revelado a los agentes que le han tomado declaración que su intención era atentar contra todos los políticos porque "son iguales". De hecho ha llegado a decir, según fuentes policiales, que igual que ha atentado contra la sede del PP podría haberlo hecho contra la de cualquier otro partido, porque su acción iba contra toda la clase política.

No era menor el asombro a 260 kilómetros de Madrid. Los vecinos de Bronchales, un pueblecito turulense en plena sierra de Albarracín, definían a Daniel como un hombre poco hablador, de rutinas diarias, que tomaba café en el bar y se iba a cortar leña al monte de vez en cuando. Algunos vecinos no se explican qué ha podido pasar por la cabeza de este hombre que, según han dicho tuvo "problemas mentales hace diez o doce años". Decenas de cámaras de televisión han ocupado este pequeño y frío pueblo donde la familia de Daniel ha recibido también la visita de agentes de la Policía para ofrecer su ayuda al padre "muy conmocionado" por la noticia y a la madre, que se enteró de lo sucedido en Teruel, donde trabaja como cocinera. El detenido ha sido conducido hasta su pueblo para un registro domiciliario.

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