El candidato de IU al Gobierno, Alberto Garzón, no estará en ninguno de los debates electorales organizados -salvo el de TVE del día 9- y tampoco le son favorables los sondeos que se están publicando, pero cree que se puede ser "bastante optimista" y "darán la sorpresa" el 20 de diciembre. Garzón, en un desayuno informativo organizado por el foro Nueva Economía, ha asegurado que las encuestas no son "la brújula" de IU y ellos están centrados en hacer llegar su proyecto a los votantes, y lo harán incluso sin la ayuda de los debates electorales a los que no han sido invitados -se ha quejado- pese a que fueron la tercera fuerza más votada en las anteriores elecciones.

No obstante -se ha consolado-, las "dificultades" para hacer llegar su mensaje "las llevan sufriendo mucho tiempo" y, por tanto, irán al debate "en la calle" para trasladar su proyecto político a la ciudadanía. Aun así, han recurrido ante la Junta Electoral Central el hecho de haber sido apartados de estos espacios para confrontar las distintas propuestas porque son las instituciones las que tienen la "obligación" de velar porque se respete la pluralidad, ha puntualizado Garzón tras señalar que "no tiene miedo" a discutir con los otros cuatro aspirantes a las generales.

Y no sólo no tiene miedo, sino que le gustaría hacerlo para hablar de la política "con mayúsculas", de lo que es "útil" para los ciudadanos y no la política "espectáculo" que impera estos días. En este contexto, Garzón ve "indispensable" a la izquierda de verdad, a la que representa IU y la Unidad Popular que él abandera frente a la que aparenta Podemos que, en su opinión, está jugando a convertirse "en la UCD del presente", con una estrategia que "no simboliza" los valores de renovación que defendía el 15M.

También en clave electoral ha abordado la situación de Cataluña y ha dicho que no cree que la polarización del debate en torno a "independencia sí o no" se traslade al 20D porque no piensa que los electores se dejen llevar por lo que está pasando en ese territorio. Ha aprovechado para defender un modelo federal que ponga "el foco" en las clases trabajadoras y supere esta "guerra de pobres" en la que se sitúa el debate catalán.

Un modelo también republicano, uno de los ejes del programa electoral de IU, que ponga fin a la Monarquía, una institución "antidemorática" y anacrónica, "corresponsable" de la corrupción en España. "Es la hora de democratizar" todas las instituciones, ha subrayado el candidato de IU, que ve la crisis económica y todo lo que ha venido detrás como una oportunidad para "repensar" el país.

Por eso defienden en este momento un proceso constituyente, porque cuarenta años después de la Constitución de 1978, ésta "no refleja la realidad social" y tampoco los deseos de los ciudadanos. Los problemas "estructurales" que tiene España no se pueden afrontar con soluciones "parciales", ha recalcado Garzón, cuya conferencia ha presentado el concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mati (IU).

Su receta para encarar esos problemas pasa por medidas como la derogación del artículo 53 de la Constitución, que establece "una jerarquía" de los derechos; que el Estado sea el empleador "de último recurso" para garantizar el empleo o acabar con la Europa "de dos velocidades y dos planos". Medidas que tienen como finalidad la construcción de "un nuevo orden social" que valga para las próximas generaciones, ha subrayado Garzón, que ha insistido en que IU "no se rinde". A la conferencia del candidato han asistido, entre otros, el coordinador federal, Cayo Lara, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el tercer teniente de alcalde de la capital, Mauricio Valiente, y otros miembros de la candidatura de Garzón.