Faustino Rodríguez Hostelero en Feria

“Me encanta la Feria, me gusta más que comer con los dedos”

  • Faustino, toda una institución jerezana, tiene más ferias que el caballito del fotógrafo. Le gusta tanto esta fiesta tan jerezana que no dudó en irse a vivir al lado de ella durante todo el año.

Faustino tiene 62 años y es uno de los rostros de la ciudad.  Ya sea con sus alcachofas en ristre o con la mano alzada al cielo en la flamenca pose que inmortaliza aquí al lado Vanesa Lobo, el propietario del ‘Bar Juanito’ se erige en uno de esos referentes de los que hay que tirar si uno se quiere enterar de lo que fueron las ferias pretéritas.

— Faustino: usted tiene más ferias encima que el caballito del fotógrafo...

— Mi padre empezó a trabajar ferias en el año 42 y yo vine a este mundo en el 47. Con decirte que desde el 58 llevo metido en la Feria creo que lo digo todo... Desde los once años nada menos.

— Demasiado jovencito, ¿no le parece?

— Hombre, eran otros tiempos. Por entonces era normal que tu madre te mandara a que ayudaras a tu padre. Y así lo hacíamos.

— Confiéselo: ¿Cuándo comenzó esta relación de amor con la Feria del Caballo?

— Pues primero con mi padre y después en el Casino Jerezano desde el año 62. También estuve metido en el equipo que puso en marcha la primera caseta del ‘Tío Mateo’ cuando ésta era un edificio de mampostería. Allí estuvimos los compadres ‘Papanata’, Pinteño y Juan Luis.  Por aquel entonces éramos soldados y llegábamos a la Feria hasta vestidos de uniforme. Eran tiempos en los que había que ir a buscar el agua en cubos. Después vinieron casetas como ‘La Cantarera’ y mi querido ‘El Ajolí’, donde sigo.

— Hablemos de la crisis...

— La verdad, creía que la cosa iba a estar mucho peor. El lunes y el martes se notó. El resto de los días prácticamente igual que el año pasado pero con menos lujos.

— ¿Es verdad que una vez se le fue Lola Flores sin pagar?

— Bueno, es una forma de hablar. Me dijo que me pasara por el hotel al día siguiente. Me pasé media hora antes de lo que me dijo y ya se había ido. Pero la verdad es que no se fue sin pagar pues en Madrid, cada vez que iba, me devolvía el importe y mucho más.

— ¿Qué es para usted la Feria?

— A mí la Feria me gusta más que comer con los dedos. Con decirte que cuando tuve que buscarme casa me la busque justamente aquí al lado. Te voy a ser sincero para que te enteres: me encantan los toros, pero ahora mismo estoy tan a gusto aquí que soy capaz de regalar las entradas para seguir tan a gustito con los amigos.

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