Jerez

'Mmemafi Calabar' cumple medio año trabajando para niños nigerianos

  • La asociación jerezana recauda fondos que destina a la alimentación y escolarización de menores africanos

El pasado mes de agosto asistió al nacimiento de la asociación 'Mmemafi Calabar', una iniciativa que pusieron en marcha las jerezanas María Tirado y Ester Herrera, quienes estuvieron durante un año de voluntarias en un orfanato de Calabar, una ciudad de Nigeria.

La asociación nació con el único objetivo de recaudar fondos para los menores de esta localidad nigeriana, y lo cierto es que desde aquel mes de agosto en el que María y Ester comenzaron a trabajar para la causa, han conseguido grandes avances.

Además del puesto que montan todos los domingos en el rastrillo de la Alameda Vieja, estas dos jerezanas han conseguido ingresos con varias actividades que han venido realizando durante estos meses. En navidades celebraron una zambomba en la casa de la juventud, en Madrid tuvo lugar una exposición organizada por una galería de arte que donó todos los beneficios a 'Mmemafi Calabar' y un amigo de la asociación, David, ha corrido varias maratones portando una camiseta con el logo de la organización que crearon María y Ester.

Además, la madre de una colaboradora de la asociación organizó en Alhama -Granada- un encuentro intercultural con motivo del Día de la paz, cuyos beneficios fueron repartidos entre 'Save the children' y 'Mmemafi Calabar'.

Estas jerezanas han sabido ir ganando notoriedad gracias a la colaboración desinteresada de amigos y familiares y también a su presencia en las redes sociales, donde tienen perfiles en los que van informando puntualmente de los avances de la asociación.

María Tirado afirma estar "contenta" por la evolución que ha tenido 'Mmemafi Calabar', que ha recaudado lo suficiente para poder ayudar a un buen número de menores nigerianos. El contacto de estas jerezanas en Nigeria, Williams, con el que trabajaron en el orfanato en el que estuvieron de voluntarias, visita cada mes a varios niños que viven en la calle, a los que suministra ropa, alimentos, medicinas e incluso los vuelve a unir con sus familiares.

Gracias a William, y a Magdalene -una enfermera que lo acompaña-, Moses Iboro Akpan y Christiana Moses han dejado la calle y ahora viven con sus respectivas familias. Daniel Praise Inyang ha iniciado estudios secundarios gracias a la asociación, que ha sufragado los gastos de materiales y matriculación.

Otra pequeña nigeriana ha sobrevivido a la severa desnutrición que padecía, pues fue hospitalizada y tratada, y ahora vive con su abuela, que reside en un pueblo cercano a Calabar.

Todos estos no son más que algunos ejemplos de lo que supone la actividad de esta asociación para los niños y niñas de esta pequeña población nigeriana, donde reciben con los brazos abiertos toda la ayuda que les llega desde Jerez.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios