La plantilla de Complejo Bodeguero Bellavista, cabecera del Grupo Garvey en la que los nuevos propietarios de Nueva Rumasa concentrarán la práctica totalidad de la actividad productiva y comercial, vivió el viernes momentos de gran tensión con motivo de la asamblea convocada por el comité de empresa para dar a conocer los nombres de los 38 trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo presentado por la empresa en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz.

El Complejo Bellavista reúne a más del 40% del total de 93 trabajadores que Back in Business contempla despedir en los EREs presentados para las cuatro bodegas del grupo en Jerez -Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia y Teresa Rivero son las otras tres- y la distribuidora Unión de Grandes Bodegas (UGB), que también se integrará en Complejo.

Los representantes de los trabajadores están a la espera de la admisión a trámite de los EREs por parte de la jueza que instruye los concursos de las bodegas para el inicio del periodo de consultas, que podría abrirse la próxima semana, en la que también está previsto convocar asamblea de comités de empresa y delegados de las cuatro bodegas para preparar la estrategia sindical de cara a la búsqueda de un acuerdo final, que deberá contar con el visto bueno de los administradores concursales.

En dicha asamblea se pondrán sobre la mesa propuestas de movilizaciones y medidas de presión que se someterán a votación de la plantilla, señalaron fuentes sindicales, que anunciaron que los trabajadores de las bodegas de Grupo Garvey tendrán especial protagonismo en la manifestación convocada el 29-F (miércoles) contra la reforma laboral en Jerez.

Los administradores concursales se han reunido ya con casi todas las plantillas afectadas, a las que según las mismas fuentes han trasladado su decisión de solicitar a la autoridad judicial la adopción de medidas cautelares para evitar un posible alzamiento de bienes y de control de la disponibilidad de los nuevos propietarios de los ingresos de las empresas, en particular los vinculados a deudas pendientes de cobro.

La administración concursal contempla igualmente instar a la juez a que realice las gestiones para rescatar las primeras marcas de los productos que comercializa Garvey, aún en manos de la familia Ruiz-Mateos, y sin las que la propia empresa admite que el mantenimiento de la actividad es complicado.

No en vano, en un documento confidencial en el que se recogen la situación de las empresas y las medidas a aplicar dentro del plan de sostenibilidad, Back in Business señala que "sin dichas marcas es imposible pensar en una empresa con un mínimo de estructura que haga interesante y perdurable en el tiempo el negocio".

En su única comparecencia hasta ahora en Jerez para presentar los planes a corto y medio plazo de la empresa, el director de la división de Alimentación y Bebidas de Nueva Rumasa, Fernando Lavernia, anunció su intención de prorrogar por otros 25 años la cesión en exclusiva del uso de las marcas de Garvey como garantía del mantenimiento de la actividad, ya que el actual contrato expira en el plazo de tres años.

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