Jerez

San Juan de los Caballeros, una joya que "no se cae"

  • La hermandad de la Vera Cruz ha dado por finalizada una primera fase de obras que ha comprendido un estudio sobre su estado y la reparación de las cubiertas

Cuatro meses, hasta diciembre pasado, y una inversión estimada en 45.000 euros han sido necesarios para que la iglesia de San Juan de los Caballeros y especialmente sus actuales 'moradores', la hermandad de la Vera Cruz, puedan respirar tranquilos en cuanto a la reparación algunos de los daños visibles e invisibles que presentaba este añejo templo, que al día de hoy y tras los informes especializados se llega afirmar que al menos no se cae.

Esta realidad es así gracias a los trabajos de limpieza, reparación y adecentamiento de las cubiertas de la iglesia, que presentaban un lamentable estado junto con otros daños producidos por el crecimiento de hierbas e incluso especies arbóreas -olivos, acebuches, brevales- que nacían y crecían entre la argamasa que sostiene la estructura de la techumbre, torre y paredes laterales.

La hermandad, dentro de la nueva política que prioriza el mantenimiento y reparación de su sede canónica, tomó este 'toro por los cuernos' una vez que la nueva junta de gobierno, liderada por Francisco Muñoz, entró en la gestión directa buscando aliados entre la administración local y otras entidades como Cajasol, que a través de fundaciones y obras sociales aportaron estudios, proyectos y diversas cantidades de dinero para acometer lo más urgente.

Lo primero fue hacer un Plan Director que marcara la hoja de ruta en base al análisis de los daños más importantes detectados, fue "redactado a instancias de la junta de gobierno con el objetivo de organizar un proceso integral de recuperación de este importante bien religioso, cultural patrimonial, histórico y artístico de la arquitectura religiosa de la ciudad", subraya el hermano mayor que incluso afirma que este Plan Director y lo hecho hasta ahora "son testigos de que la hermandad ha comenzado una nueva etapa de relación ilusionada con su templo".

En la estimación económica de lo invertido se incluye el trabajo de los propios hermanos que tuvieron que hacer una limpieza a fondo de las cubiertas y otras zonas para que el estudio previo se hiciera de la forma más objetiva posible, además de permitir que los expertos pudieran trabajar con comodidad y sin barreras en cuanto a la reparación de los daños. "Sinceramente se han dado algunos pasos, pocos pero significativos, encaminados a sentar unas bases que van a permitir profundizar en el conocimiento del templo, para guiar las intervenciones necesarias para que luzca con el mayor esplendor posible. Un San Juan de los Caballeros bien cuidado y a pleno rendimiento debe ser uno de los servicios que la hermandad ofrezca a la Iglesia y a la sociedad jerezana", manifiesta Francisco Muñoz bajo el más absoluto convencimiento de que es la cofradía la única que puede acometer este proyecto, dado los más recientes ejemplos de templos históricos cerrados, como Santiago, o que han pasado por serias dificultades para seguir abiertos, a lo que se une la coyuntura actual en el que las administraciones públicas tienen aparcados los presupuestos para priorizar otras acciones que no son precisamente mantener el patrimonio de la Iglesia a no ser que el edificio tenga una consideración especialísima, que no es el caso de San Juan de los Caballeros en Jerez. Sobre este planteamiento el hermano mayor no duda en concluir que "para esto también servimos las hermandades, las que sostenemos y cuidamos de templos de la importancia como el que posee la Vera Cruz, haciendo una clara contribución a la sociedad en mantener edificios como este".

En virtud de lo recogido en el Plan Director del Templo, las primeras actuaciones que se han llevado a cabo han sido, por orden de prioridades: los estudios previos sobre la situación estructural del templo, eliminación de ejemplares arbóreos y vegetales de cubiertas, incluyendo lugares de difícil acceso, y torre; resanado e impermeabilización de la cubierta de la iglesia. Este trabajo, sumamente especializado, lo llevó a cavo la empresa Vorsevi, que también actuó en San Dionisio, que empleó tecnología punta en la inspección mediante termografía infrarroja y determinación de humedades usando para ello técnicas mediante endoscopio; un estudio geofísico, mediante georradar así como el uso de instrumentación y seguimiento de fisuras detectadas.

En cuanto a la limpieza y tratamiento de las especies vegetales, que implicaba también el tapado de los orificios producidos por las raíces, se ha llegado a reponer la solería de las cubiertas en las zonas más deterioradas y en las que posiblemente en siglos se habían tocado. Para hacer posible esta operación se ha precisado de grúas elevadoras e incluso de empleados expertos en trabajos de altura y alto riesgo. El Plan Director y el informe final de estos primeros trabajos concluyen con estas operaciones, cuya explicación técnica es mucho más extensa, pero que resumidamente es lo expuesto en esta información a la que sin duda hay que sumar el ímpetu y la preocupación constante de la hermandad por conservar bien su iglesia tanto por fuera como por dentro. Nada más empezar el mandato acometieron trabajos de limpieza profunda y adecentamiento de los espacios abiertos al culto por parte de la mayordomía a la vez que empezaba a pergeñarse los primeros trabajos complicados, para los que el hermano mayor no oculta "la inestimable colaboración económica de la Obra Social de Cajasol Banca Cívica, tanto más loable si cabe en la situación económica que desgraciadamente nos toca vivir". Hoy por hoy, San Juan de los Caballeros, una de las joyas locales, puede seguir contando su historia totalmente viva. Aún queda mucho trabajo por delante para avanzar en la reparación de los daños. Pero para empezar y en dos años de mandato de la actual junta de gobierno, lo alcanzado ya es casi de 'medalla' si se mira alrededor y comprobar cómo andan las cosas.

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