Jerez

"Recomendados", por José García Oliva

El Mago de Oz

Guion de Eric Shanower y dibujos de Skottie Young. Col. Cásicos ilustrados. Panini Comics. Gerona. 2011.

La liberación de derechos de autor en 1956 de la obra de L. Frank Baum  “El Mago de Oz”, trajo consigo que, si ya antes se escribieron numerosas continuaciones, se reeditara y versionara por todos lados y en todos los géneros y estilos.

Publicada por primera vez con el título de “El maravilloso Mago de Oz”, el propio Baum continuó la serie con nuevos títulos siguiéndolos otros autores con nuevas historias. A su vez se versionaba en teatro y cine y la popularidad en Estados Unidos es tal, aun hoy en día, que no solo sigue siendo un producto comercial rentable, sino que forma parte de la cultura popular con sucesivas referencias en obras literarias, cinematográficas, en la conversación coloquial y, cómo no, en el mundo del cómic.

La Editorial Marvel inició una línea de publicaciones, junto a sus superhéroes, sobre obras clásicas (La Ilíada, La Odisea, La Isla del Tesoro) donde tuvo cabida en 2009 esta maravillosa versión de “El Mago de Oz” en 8 entregas tipo tebeos (“grapa” como se le dice aquí) y que Panini España publica en formato de novela gráfica con tapas duras, todos de una vez.

¿Y qué tiene de bueno una nueva entrega de la primera historia de Baum de la que tenemos numerosas publicaciones, especialmente las de Alfaguara y Anaya con las ilustraciones originales de Denslow?

En primer lugar el guionista, Eric Shanower, que ha sido premiado con el prestigioso premio Eisner dos veces: como guionista y también como dibujante, además de otros importantes premios. El valor de su trabajo en este caso es su gran conocimiento de la obra y su atmósfera, ya que él mismo había escrito y dibujado nuevas historias sobre el mundo de Oz. Por eso, leer este cómic es encontrar la mejor adaptación del texto original teniendo en cuenta el medio, siendo por tanto muy literario y a la vez muy indicado para que el ilustrador pueda contar también la historia y lucirse.

Y este es el segundo gran éxito: Skottie Young, también ganador del Premio Eisner (por la continuación del trabajo que hoy presentamos y recientemente publicado en España). Este dibujante ha superado la primera dificultad, la de diseñar unos personajes creíbles para la historia pero separándose de los dibujos de Denslow a los que han recurrido la mayoría de ilustradores que se han acercado a esta historia. Pero también ha superado con creces el dar cuenta del guion y cumplimentar la trama con los escenarios, los movimientos, los encuadres, y el diseño del color, aplicado por Jean François Beaulieu.

El tercer argumento para llevar esta versión del Mago de Oz a las estanterías de casa o de la biblioteca del centro (tanto de Primaria como de Secundaria) es justo esa combinación de artista, el resultado (que obtuvo por sí misma dos Eisner también), y los complementos del libro en la introducción por el propio autor y el apéndice de estudio de personajes del ilustrador. Una joya.

Una piedra extraordinaria

De Leo Lionni, texto e ilustraciones. Col. Primeras Lecturas. Ed. Ekaré. Caracas. 2008.

Decir que es un libro de Lionni ya es suficiente para despertar gran interés por él. Quien nos regalara a los valientes “Frederik” y “Nadarín” y que fuera una de las piezas claves en la aparición del álbum ilustrado (o libro-álbum, como lo llamaba) con “Pequeño azul y Pequeño amarillo”, tuvo una importante producción de este tipo de cuentos ilustrados para niños en los que la magnífica creación artística estaba a la par de la comprometida creación literaria.

La estampación, el collage, la aguada,… el uso mixto de diversas técnicas, que dominaba desde su papel de diseñador gráfico, crea unos escenarios y unos personajes nuevos para su época y completamente vigentes en la actualidad. Autor que comenzara este trabajo a partir de inventar cuentos para sus nietos (después de un importante bagaje profesional en el campo del diseño, la publicidad y como director de arte de revistas) no se conforma con estas apuestas plásticas sino que escribe las historias desde dentro, conectando con su propio yo, con esos momentos de la infancia en los que cabe todo sin la presión que se recibe en la edad adulta, y por eso considera que estos escritos tienen un importante carácter autobiográfico.

Para el libro que comentamos, con ranas como protagonistas, resulta interesante tomar estas palabras de su autobiografía: "Cuando yo era un niño, era coleccionista apasionado de pequeños animales, sobre todo de reptiles. Los guardaba dentro de un terrario que tenía paredes de vidrio donde, con una mezcla de orden y azar, arreglaba arena y piedras, musgos y helechos, para simular un hábitat natural. Con un impresionante sentido de presencia recuerdo sus formas, colores y olores, y por supuesto la sorprendente sensación de frío al tacto de los cuerpos resbaladizos de ranas y salamandras, el ritmo rápido de sus pequeños corazones latientes."

“Una piedra extraordinaria” es su último libro publicado, después de más de treinta y tantos, ya con 84 años cumplidos (moriría en 1999 con 89 años de edad). Y si para algunos es del grupo de libros de los menos destacados, yo señalaría que recoge un buen número de sus elementos más destacados, como un gran resumen de su obra: por un lado, en el aspecto plástico está la síntesis de sus trabajos y técnica mixta con el collage, el lápiz y la acuarela, con cuidadas composiciones, transparencias, rupturas en el ritmo de unos colores monótonos, indiferenciación de personajes para establecer igualdad y mostrar las diferencias “interiores” con el texto,… Y por el otro lado la historia, con toda su transmisión positiva de mensajes favorables como la amistad, la valentía, la curiosidad, la investigación y el asombro, pero a la vez el humor.

Un humor que llega a partir del error. La piedra de la que nos habla el título es un huevo (en el título original “Un huevo extraordinario”) y de él nace un animal al que llaman pollo (viendo el pequeño lector que es un cocodrilo). Pero es que también es llamado pollo por el narrador, por esa voz “adulta” que parece que nunca se equivoca, por lo que los lectores encontrarán muy divertido el que sean solo ellos quienes se den cuenta de lo que realmente pasa.

En la revista digital Imaginaria se encuentran muchos datos, incluida la bibliografía en español,  y ejemplos de obras de este importante autor.

La verdadera historia de Caperucita Roja

De Agnese Baruzzi y Sandro Natalini. Ediciones B. Barcelona. 2008.

A veces nos encontramos obras firmadas por un escritor y por un ilustrador que también escribe. En este libro tenemos a dos ilustradores (ella y él) que además han compuesto el texto y toda una suerte de solapas, ruedas, sobres con mensajes, piezas móviles y algunas telas pegadas en su sitio correspondiente (como la que sirve de delantal al lobo).

Así se ha compuesto este libro que es una versión más (pretende ser la antesala de lo que pasó después que sería el cuento tradicional, lo que llaman “precuela”) de la historia de Caperucita Roja y que coincide con el título de una versión de Antonio Rodríguez Almodóvar publicada por Kalandraka, y con el título en algunos países hispanohablantes de una divertida película de animación.

Y es que solo un clásico conocido por todo el mundo puede ser versionado una y otra vez sin que el original sufra por ello y a la vez ofrezca nuevas y ocurrentes visiones. En este caso estamos ante dos profesionales de la ilustración: ella (Baruzzi) trabaja alrededor del diseño y la publicidad y es autora de numerosos libros ilustrados para niños; él (Natalini) es profesor universitario de ilustración y se mueve en distintos campos asociados, como el de la ilustración de libros infantiles. Ambos realizan talleres con profesorado y con niños y niñas.

Por eso su versión de Caperucita es claramente infantil y divertida, con un toque didáctico sobre los comportamientos bueno y malo, con intertextualidades con otras obras clásicas infantiles en un periódico solapa que aparece en el libro, con vivísimos colores, contornos decorados, un pequeño guiño al cómic, cambios de tipografía según qué palabras y dónde aparecen, algunos elementos brillantes (papeles metalizados) en determinados lugares o en la decoración del contorno de la cubierta (que le da un toque navideño al libro), y variado uso de técnicas con dibujos (algunos se ven hechos en un lado, recortados y posteriormente montados a modo de collage), elementos fotográficos que quedan al fondo y todo el montaje de elementos emergentes que dan ese toque 3D y que encanta a los pequeños.

pepegoliva@hotmail.com

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