Casi ocho décadas después de su instalación en el número 1 de la madrileña Puerta del Sol, el luminoso del 'Tío Pepe' abandonó el año pasado por primera vez su privilegiada atalaya por las obras de rehabilitación del antiguo Hotel París, desde la que ha sido testigo mudo de la historia reciente de España.

El cartel del 'Tío Pepe', que un año antes lograba el 'indulto' a la Ordenanza de Publicidad Exterior de Madrid del entonces alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, con el que esquivaba su retirada definitiva, era trasladado por piezas a una nave industrial a la espera de volver a coronar el emblemático edificio.

El histórico rótulo estaría ausente mientras duraran las obras, y se esperaba incluso que pudiera estar presente en las campanadas de la pasada Nochevieja, la del 75 aniversario del icono de González Byass, pero lo que en un principio iba a ser un retiro temporal se ha convertido ahora en una jubilación anticipada.

La familia mexicana Díaz Estrada con la que la firma jerezana tiene contrato hasta finales de mes, se ponía en contacto hace unos días con González Byass para comunicarle su interés en no volver a instalar el luminoso, decisión en la que ha podido influir el nuevo inquilino del antiguo Hotel París, en el que se abrirá una tienda de Apple, la compañía de la manzana mordida que mantiene sus reservas sobre lo que es ya un secreto a voces y pese a el plan de rehabilitación del inmueble autorizado por el Ayuntamiento de Madrid figura a nombre de Apple Retail Store, S.L.

El 'indulto' no otorgaba ninguna protección ni seguridad frente al contrato privado entre los propietarios del edificio y la bodega, aseguraron fuentes del Ayuntamiento de Madrid, cuya alcaldesa, Ana Botella, indicó ayer en conversación con los periodistas al término de un acto municipal que el célebre anuncio podría ir a otro edificio.

González Byass no entra en el asunto del nuevo inquilino y su posible interés por monopolizar la azotea del edificio con sus símbolos una vez abra la Apple Store. La firma jerezana, según confirmó ayer un portavoz, prefiere agotar la vía del diálogo con la familia propietaria, con la que negocia contrarreloj. En caso de que finalmente no se logre un acuerdo, la firma jerezana buscaría ubicaciones alternativas, siempre en la Puerta del Sol. En contra de las informaciones publicadas en algunos medios digitales, el portavoz de la empresa aseguró que no se han entablado aún contactos en este sentido.

Entre tanto, el luminoso de 70 toneladas de peso -sus dimensiones son 25 metros de ancho y 10 de alto- que ha sido testigo del final de la Segunda República, la guerra civil, la dictadura y la democracia, permanecerá arrumbado, como las botas en la bodega, en un almacén de un polígono industrial madrileño. Ya en diciembre, tras constatar que no volvería a tiempo para tomar las uvas en la céntrica plaza madrileña, González Byass emitió un comunicado en el que manifestaba su deseo de que el anuncio "no encuentre dificultades para volver a lucir en la Puerta del Sol en un plazo razonable de tiempo".

Con motivo de su indulto, el ahora ministro de Justicia -Gallardón- llegó a comparar el luminoso, anterior incluso a la placa del kilómetro Cero (1950) y a la estatua del Oso y el Madroño (1967), con la Torre Eiffel. "El Tío Pepe es a Madrid lo que la Torre Eiffel a París, dado que ambos iconos surgieron sin vocación de permanencia, pero se han acabado incorporando al paisaje urbano de ambas capitales", declaró.

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