Mercado laboral

La destrucción de empleo no da tregua

  • Jerez pierde en mayo casi un millar de afiliados a la Seguridad Social y mantiene a 55.000 cotizantes · Los autónomos confían en coger impulso en verano con la nueva bonificación a las altas en el negocio familiar

El municipio afronta la época estival con una de las cifras más bajas de afiliados a la Seguridad Social, poco más de 55.000 tras perder en mayo casi un millar de cotizantes, en concreto 959 trabajadores menos que reflejan la diferencia entre las altas y las bajas del último mes.

La caída mensual del 1,71% en las afiliaciones es, por tanto, una mala noticia para una ciudad que arrastra a sus casi 33.500 parados como una pesada losa y que, sin embargo, despide la temporada de grandes eventos destruyendo prácticamente todo el empleo que fue capaz de crear en los dos meses anteriores.

El saldo en el último trimestre, generalmente el más fuerte para el empleo, es de apenas 200 cotizantes más, remanente que se diluye en lo que va de año, cinco meses en los que se han destruido 1.300 empleos (-2,29%), cifra que se eleva a casi 3.000 (-5,14%) en los últimos doce meses, a una media de 8 empleos perdidos al día.

El fuerte aumento de la contratación, que se disparó en mayo por encima del 40%, logró poner freno al paro, que bajó en algo menos de un centenar de desempleados, pero no ha sido suficiente para enderezar las afiliaciones a la Seguridad Social, que sufre un nuevo revés, con especial incidencia en el régimen general, del que desaparecen de una tacada 1.200 cotizantes, más de los que pierde en global el sistema.

El apartado en el que se integra la inmensa mayoría de los trabajadores por cuenta ajena mantiene sólo a 42.200 afiliados frente a los 45.110 que había inscritos el año pasado por estas mismas fechas, por lo que la práctica totalidad de la destrucción de empleo de los últimos doce meses corresponde al régimen general.

El resto de los apartados entre los que se distribuyen los trabajadores por la actividad que desempeñan salvan el mes de mayo con más pena que gloria, es decir, con resultados positivos pero poco significativos. En el caso del régimen especial agrario (REASS), en el que figuran inscritos 3.227 trabajadores, los afiliados de mayo crecieron en 124, el doble de los que pierde en el último año y apenas siete más de los computados a finales de 2011. En cuanto a los empleados de hogar, que cuenta con 619 cotizantes, y pese al impulso del Gobierno a la afiliación de estos trabajadores, en el último mes se contabilizan una decena de afiliados más, mientras que en lo que va de año y en el interanual el repunte no llega a la treintena.

Mención aparte merecen los autónomos, el colectivo que mejor resiste la crisis por el espíritu emprendedor que acompaña a muchos de los nuevos parados que, ante la falta de expectativas de encontrar empleo por cuenta ajena, deciden aventurarse en algún negocio. Pese a ganar una veintena de afiliados en mayo, el colectivo de autónomos se mantiene por debajo de los nueve mil afiliados con los que cerró los dos últimos meses del año.

El presidente de la federación nacional de autónomos (ATA), Lorenzo Amor, se muestra optimista sobre la evolución del colectivo de cara al verano, en el que espera un impulso a raíz del cambio de legislación, previsto para principios de julio y por el que se bonificará al 50% la cotización a los familiares de autónomos que trabajan en el negocio familiar y se den de alta.

El comercio y la industria, actividades que en los meses veraniegos llevan las riendas, serán los principales beneficiarios de esta medida, con la que Amor confía en volver a rebasar los 9.000 afiliados tras el duro mes de enero, en el que el colectivo sufrió la mayor caída en lo que va de año.

Pese al revés del inicio del año y la moderada recuperación de los últimos meses, el presidente de ATA señala que "sigue habiendo más autónomos que levantan las persianas todos los días que los que las cierran definitivamente". En cualquier caso, Amor subraya que mientras que el rescate del sistema financiero español llegará de la UE, el del empleo tiene que venir de dentro con el apoyo a los que lo crean, los emprendedores y autónomos que son el 95% del tejido productivo español".

Frente al comercio y la hostelería, el verano es mala época para las actividades relacionadas con la educación por las vacaciones de los escolares; la construcción, de capa caída desde el estallido de la crisis; y el transporte, en la que hace mella el recorte de la campaña remolachera, reducida a actividad testimonial.

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