Jerez

Reclaman la poda urgente de árboles en la zona Sur

  • Las ramas entran en viviendas por ventanas y balcones convirtiéndose en un foco de insectos y suciedad · Las denuncias interpuestas no han surtido efecto

Las zonas verdes aportan a la ciudad el pulmón necesario para coger el aire que a veces falta en este laberinto de asfalto, pero el descuido de éstas pueden ocasionar graves consecuencias o incluso puede llegar a convertirse en una pesadilla. Este es el infierno que viven los vecinos de la calle Rodrigo de Jerez situada en la zona Sur. Los árboles que se plantaron a los alrededores de estas viviendas de VPO llevan dos años sin podarse y las ramas han crecido tanto que invaden el interior de las viviendas cuando se abren las ventanas.

En la calle hay situados un total de seis árboles que desde la última poda han crecido desmesuradamente entrando por ventanas y balcones. Los pisos afectados son los de las plantas baja y primera de los bloques 15, 16, 17 y 18, que componen la fase tres de esta urbanización.

Adrián y Sandra son una pareja de vecinos afectados; viven desde hace cinco años en un primer piso de esta viviendas y desde hace tres, las altas ramas de uno de los árboles entran por una de sus ventanas. "No puedo abrir la ventana de mi dormitorio y asomarme a la calle porque sólo encuentro ramas", declara Adrián. Lo peor de esta situación, según reconoce, es "la suciedad y los bichos que entran en la casa. Además, Sandra es alérgica y en primavera lo nota".

En el bloque 16, también en un primer piso, vive Rocío, otra vecina que desespera tras dos años interponiendo denuncias a Medio Ambiente. "No es normal las ramas que tenemos dentro de las viviendas, sólo traen bichos", apuntilla. Esta residente reconoce que las denuncias no sirven de nada y que las respuestas que obtienen es que "no es la época de poda, y así llevamos ya más de dos años. Voy a tener ahora un niño pequeño y no estoy dispuesta a que entren bichos en mi casa".

La consecuencia de esta dejadez por parte de Medio Ambiente, en cuanto a la poda de estos árboles, se ha extendido y ha empezado a afectar a las zonas de aparcamiento donde las ramas invaden las plazas de estacionamiento y caen encima de los automóviles. "A principios de verano estas plantas desprenden una resina que caen encima de los coches y destrozan el mecanismos de las ventanas", destaca Rocío.

Ante la pasividad de la administración encargada del mantenimiento de zonas verdes, los propios vecinos han optado por podar las ramas que entran en su vivienda hasta que sus quejas obtengan respuestas.

La comunidad se reunió el pasado miércoles, tras años de continuas denuncias y quejas y recibir la misma respuesta ("no es época de tala"), y ha elaborado un escrito urgente que obligue a Medio Ambiente a tomar cartas en el asunto. El presidente de la comunidad, José Luis, asegura que "esta zona está abandonada en varios sentidos, no sólo en la poda, también en limpieza". Como portavoz de los vecinos asegura que "esta situación es insostenible porque los habitantes de estos edificios no pueden abrir sus ventanas para dormir en esta época del año, lo que supone un gasto en aire acondicionado, instalación de mosquiteras y uso de antimosquitos que algunas familias no pueden permitirse". La entrada de insectos, ya sean avispas, abejorros o mosquitos en las viviendas es lo que peor llevan junto la suciedad que provocan las caídas de hojas y el polen.

José Luis se sigue preguntando cómo se plantó este tipo de árbol tan inadecuado en esta calle. "Un árbol que crece tanto no puede plantarse en una vía como esta y si se planta necesita un mantenimiento adecuado", explica. Ahora están a la espera de recibir una nueva respuesta: "Estamos cansados de escuchar que no es la época de poda. Usan la misma respuesta desde hace dos años. A lo mejor sólo se poda en años bisiestos...", bromea el presidente de la comunidad.

No es la primera vez que esta urbanización sufre altercados de este tipo. En la calle Grecia se formó en una ocasión un vertedero de basura en un descampado de la vía consecuencia de la no habilitación de contenedores públicos y en otra ocasión una plaga de cucarachas convirtió las calles colindantes a esta residencia en una alfombra formada por numerosos insectos de este tipo. En esta ocasión un enjambre de ramas invade las vivienda. "Parece que tenemos la maldición de las diez plagas de Egipto", comentó José Luis de forma jocosa. Al menos se toman con humor la espera de una nueva respuesta que confían sea la definitiva.

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