A la vuelta de la esquina

La bolsa o la vida

 No debemos acostumbrarnos ante los desahucios como algo normal dentro de la  llamada crisis. El final de cada historia personal es diferente, pero es la misma para todos.

Si se concedió un préstamo hipotecario muy por encima del 80% del valor de tasación de la vivienda, si el ciudadano por causa sobrevenida deja de pagar, y después de unos meses sin acuerdo se produce el desahucio, si el ciudadano entrega una vivienda que actualmente no vale ni el 80% de su valor inicial: tiene que seguir pagando el préstamo. Beneficio para las entidades financieras.

Si sale a subasta y nadie puja, la entidad financiera se queda con la vivienda a un precio del 60% de su valor,  ¡ya rebajado en la nueva tasación! El ciudadano tiene que seguir pagando de por vida la diferencia entre el 60% y el importe del préstamo hipotecario. Más negocio bancario. 

Si el ciudadano logra un aplazamiento, los intereses de demora pueden llegar a ser superior al capital pendiente pues se calculan al 20% de interés, y además un recargo por impago. Más negocio.

Como las entidades financieras tienen mucho impago se hacen cargo de solares, edificios sin terminar, pisos sin vender, pisos embargados, y el negocio se convierte en crisis de solvencia y de liquidez. El Estado les presta dinero barato, y con ese dinero compran deuda del Estado a una rentabilidad más alta que el interés que tienen que pagar. Nuevo negocio.

El ciudadano que creía tener derecho a una vivienda digna se encuentra desamparado. Según el Ministro de Economía, Sr. de Guindo, el Código de Buena Conducta no ha servido para casi nada. De 400.000 desahucios, sólo 600 personas se han podido acoger. Los bancos mandan sobre los gobiernos.

El informe encargado a la jurista Juliane Kokott del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, dice que España incumple las normas europeas de defensa de los consumidores. Y curiosamente el PP y el PSOE un día antes de la noticia, seguro que se la filtraron, dicen que se van a poner de acuerdo para modificar la ley. No llegaran al fondo. Un día después se suicida una ciudadana en Baracaldo. 

Son muy activos los ciudadanos de ‘Stop a los desahucios’ contra esta práctica abusiva de las entidades financieras. La lucha da sus frutos. La sociedad civil ejerce presión eficaz y los políticos se mueven. No deben ejecutarse más desahucios. Los desahucios hay que convertirlos en alquileres sociales. La entrega de la vivienda debe saldar la deuda hipotecaria.

Los equipos de fútbol deben a Hacienda 752 millones de euros. Para ellos las leyes son suaves, lentas, de aplicación negociada. Los presidentes futbolísticos gozan de prestigio social y son recibidos por las autoridades. Las leyes son fuertes con el débil, débil con los poderosos. 

Agradezco a José Manuel Trillo los años de entrega a la causa de los obreros más

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