Ciudad

Comercios del centro sufren durante varias horas cortes de luz

  • El hotel Doña Blanca se quedó sin centralita y ordenadores a dos días de que comience el Festival de Jerez Hay establecimientos que cerraron por los efectos de esta interrupción

¿Qué puede hacer un bar sin luz? ¿Y un supermercado? ¿Cómo puede funcionar un hotel sin suministro eléctrico? ¿Cómo se la apaña una tienda que no tiene cómo emitir tiques de compras? Las opciones son claras, o cierras o te las ingenias con, por ejemplo, facturas a mano o subiendo las escaleras a falta de ascensor. Con estas dudas se levantaron los propietarios de algunos comercios de las calles Évora, Bodegas y Medina. Carteles de Endesa colocados por las citadas vías anunciaron el día anterior el aviso de interrupción de suministro por los trabajos de mantenimiento en las instalaciones. La compañía adelantó a través de esta circular que desde las 8:45 a las 17 horas se llevarían a cabo estas labores, que según empleados de Endesa, consistieron en la colocación de cajas de seccionamiento de neutro y herraje, y pantallas de protección en los transformadores.

La indignación entre los comerciantes y empresarios fue total. "Estamos ejerciendo una actividad y los tiempos que corren son complicados y difíciles. Entendemos que este tipo de mantenimiento se puede hacer en horas que no sean tan traumáticas para la actividad empresarial y comercial de la ciudad", declaró Antonio Aparicio de 'José María Modas'. El empresario apuntó además que le llamó la atención la forma en la que se comunicó el corte, "con un panfleto pegado en la calle. Lo normal es que busquen unas bandas horarias que perjudiquen lo menos posible. Esto nos afecta en todo".

A los trabajadores de la tienda 'Ébane' sólo les dio tiempo abrir la puerta. A las nueve y media se apagaron las luces y con ellas, las posibilidades de venta. Entrar en los probadores era como adentrarse en la boca del lobo y sólo la luz natural que entraba por las ventanas permitía, al menos, no tropezar con los percheros. "La poquita gente que entra lo primero que se imagina es que no hemos pagado la factura de la luz", señaló entre risas Manuel Reina, quien después lamentó que "aquí como no haya luz, no se puede vender porque a los probadores no se puede entrar. Así que a esperar y a sufrir, no queda otra".

Mucho más crítica se mostró Carmen Perea, propietaria de una tienda de ropa de señora en el multicentro Doña Blanca. Todos, absolutamente todos los establecimientos de este multicentro sufrieron ayer cortes de luz durante horas. "Cuando he llegado no había luz. ¡Fíjate tú qué plan! Menos mal que no tengo nevera, que es sólo ropa...", remarcó Perea. La empresaria reconoció que ayer fue la primera vez que sufría una interrupción del suministro de estas características, lamentando que en lugar de "ayudar, promocionar y dar facilidades, a los comercios del centro nos ponen cada día más problemas".

El gerente del hotel Doña Blanca, José Pérez, tampoco daba crédito a los efectos del corte de luz. "No tenemos ni ordenador, ni centralita de teléfono, no funciona el ascensor, no tenemos el motor de agua a presión... No hay nada que se le pueda ofrecer a los clientes ahora mismo", declaró Pérez. La dirección del hotel redactó una carta informativa pidiendo disculpas a las personas alojadas y lamentó que "el funcionamiento de todo está en standby". A mediodía aún no había calculado las pérdidas que el corte pudo ocasionarle al hotel, pero sólo hay que pensar que mañana comienza el Festival de Jerez, que ayer no funcionaba ni el teléfono ni Internet y que este alojamiento es el más cercano al Teatro Villamarta. Ahí queda.

El comercio que ayer también perdió clientela fue la tienda 'Burbujas', de productos de cosmética. "Precisamente me ha llegado una persona y no he podido venderle el maquillaje porque no puedo salir a la calle para enseñarle el muestrario..., es imposible. El día de hoy está perdido", reconoció María del Carmen Ortiz. En la misma línea se pronunció Rocío Ramírez, de la tienda Mundo Disney. La comerciante llegó ayer a las ocho y media para colocar el escaparate y 45 minutos después se quedó sin luz. "Justo a la hora de la apertura. Nos está afectando bastante porque no podemos cobrar con tarjeta, no podemos dar tiques, la gente se asoma y cree que está cerrado, vamos todo lo que te diga es poco", reconoció Ramírez. Sólo queda la paciencia porque hoy continuarán las interrupciones del suministro en otros puntos del centro.

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