Investigadores de la Universidad de Cádiz han dado una utilidad gastronómica a los residuos de las bodegas de Jerez para elaborar mermeladas y galletas. Estos desechos contienen un alto contenido en antioxidantes y fibra, lo que aporta a estos nuevos productos propiedades saludables. Se trata de una forma de aprovechar unos restos, que solo en Jerez alcanzan las veinte toneladas por vendimia, y que pueden resultar un problema económico e incluso ecológico para las bodegas a la hora de deshacerse de ellos. Otra de las propuestas culinarias de estos científicos son los bombones rellenos con esencia de vino. Estos dulces de chocolate conservan todas las propiedades del vino pero no tienen alcohol; también puede hacerse con brandy e incluso con vinagre de Jerez.