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Jerez

Con la ayuda de Gandhi

  • Terapia asistida con perros para mejorar la calidad de vida de los enfermos

Paula González y Gandhi forman un equipo dedicado a la terapia, un equipo muy especial, porque Gandhi es un perro bobtail, entrenado y formado específicamente para ayudar en procesos terapéuticos. Su dueña, trabajadora social con un master en terapia asistida por perros, ofreció hace unos meses a la Asociación de Alzheimer poner en marcha la experiencia con estos enfermos. Tras las evaluaciones que se hacen periódicamente, los resultados no pueden ser más positivos, según asegura tanto Paula como María Ángeles Contreras. "Desde el principio nos pareció general hacer algo nuevo y los enfermos han aceptado muy bien al animal", afirma esta última. "Elaboramos un programa específico para personas con alzheimer y también para los pacientes con los que vamos a trabajar y nos marcamos objetivos. Una cosa es una actividad asistida por perros y otra, un proceso terapéutico para conseguir objetivos de grupo e individuales que se van modificando dependiendo de la evolución", explica Paula. El objetivo general en este caso es claro: mejorar la calidad de vida de estas personas, y los individuales, lograr avances en los aspectos cognitivos, en psicomotricidad,  alternativas al lenguaje o la autoestima.

Según asegura Paula, todo el mundo puede recibir una terapia asistida por perros:  desde niños autistas hasta incluso -cuenta- "un bebé que sin tener ninguna enfermedad, su madre quiere estimularle. El perro es la herramienta que facilita el trabajo".

En la asociación de Alzheimer 'La Merced' son alrededor de quince enfermos los que participan en este taller. "No hay ninguna condición, puede ser incluso que alguna persona tenga miedo a los perros, pero no importa porque eso también se trabaja". La selección de los pacientes se ha realizado en coordinación con el equipo que trabaja en el centro. "Es fundamental. De no ser así no tendría sentido esta terapia asistida". Además de los beneficios físicos y psicológicos, Paula destaca también las ventajas emocionales. "Es sorprendente el grado de comunicación que se desarrolla con los perros. Ellos no juzgan y eso permite que las personas se muestren con ellos tal como son. Así comienzan a fluir emociones de forma libre y espontánea".

Gandhi no se separa de su dueña y atiende obedientemente sus indicaciones. En una de las salas del centro de día de Alzheimer, esperan en semicírculo los pacientes, con un grado de deterioro importante, aunque no son, afirma María Ángeles, los casos más avanzados. Paula coloca en el lomo de Gandhi una mochila y se dirige a uno de los ancianos, para que coja de ella una  tarjeta. En ella, dibujado, un mueble que el abuelo tiene que  identificar y situarlo en una de las cajas depositadas en una mesa, según se trate de un mueble u objeto de cocina, baño o dormitorio.

Otra de las pacientes acepta la  petición de Paula para que peine al lanudo Gandhi, que dócilmente se deja hacer y participa en los juegos que la monitora propone. Varios de los usuarios han realizado un aro con tubos de diferentes colores, con la única condición de que no coincidan dos colores similares seguidos, y a continuación Gandhi responde a la orden de pasar por los aros que sostienen los mayores.

 Son algunos de los 'juegos' en los que el perro actúa como una herramienta al servicio de estos pacientes.  La terapia asistida por perros es  una de las novedades que ha introducido la asociación en su afán de poner en marcha cualquier iniciativa que pueda ayudar a los enfermos, aunque no hubiese sido posible sin la colaboración de Bayer Hispania, que financia el programa.

Contreras insiste en la importancia de la estimulación. "Es la mejor medicina, hacer terapia todos los días, no quedarse viendo la tele, o como es una persona que no da problemas dejarla sentada en un sillón. En lo posible tienen que hacer su actividad normal. Si esa persona era la que cocinaba en casa, igual no puede hacerlo ya, pero sí ayudar pelando unas patatas o si ya no puede planchar sí podrá por ejemplo doblar la ropa. Se trata de que no esté inactiva".

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