Huelga contra la ley de enseñanza del Gobierno

"Queremos becas, no hipotecas"

  • La comunidad educativa sale a la calle en defensa de la educación pública y en contra de la Lomce. La huelga deja clases sin alumnos, cifrando los sindicatos el seguimiento en un 95%

Desde las once y media de la mañana, la avenida de la Universidad se fue tiñendo de verde. A falta de media hora de que diera comienzo la manifestación de la tercera huelga de la educación del año, en las puertas del campus de La Asunción se vivieron momentos de encuentro entre profesores y sus alumnos, de sorpresa por el “masivo” apoyo a la protesta e incluso de rabia. Rabia por considerar que “están matando” a la educación pública y “ahogando” a los estudiantes con las altas tasas. 

Padres con hijos pequeños que movían pompones verdes y alzaban pancartas, estudiantes (sobre todo, universitarios), profesores, asociaciones de parados, partidos políticos y ciudadanía en general. Los organizadores de la movilización no dudaron en calificar los paros y la manifestación de “éxito”, incluso antes de iniciar el recorrido hacia el Ayuntamiento.

A pesar de que la jornada de ayer estuvo marcada por la manifestación, la protesta contra los recortes comenzó desde primera hora con la ausencia de alumnos y profesores en las aulas. Desde la Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía (Ustea) destacaron la “alta participación” de la comunidad educativa, resaltando sobre todo el aumento de profesores de Primaria que en esta ocasión secundó los paros. La delegada sindical de Ustea y coordinadora enJerez, Paz Carrillo, informó de que la participación entre los maestros llegó al 50% en Primaria y al 70% en Secundaria. En cuanto al alumnado, el sindicato cifró en un 95% el seguimiento de la huelga, poniendo como ejemplo el colegio público García Lorca, al que asistieron solo 13 alumnos de 406, y el instituto Vega del Guadalete, en La Barca, al que no asistió “ni un solo estudiante y sólo 21 profesores de los 45 que conforman el claustro”. Enel Coloma, el seguimiento por parte de los estudiantes llegó al 96%, faltando a las aulas hasta 565 alumnos de 588.

A las doce en punto, la cabecera de la manifestación apareció por el campus, plantándose durante quince minutos en plena  avenida para calentar motores. Comenzaron los gritos de “ya está aquí el movimiento estudiantil” y “obrero y estudiante, unidos y hacia adelante”; mientras que el ‘cuerpo’ de la manifestación seguía creciendo, llegando –según organizadores– a cerca de las 5.000 personas.

Desde la Asamblea de Estudiantes del campus universitario, uno de sus vocales, Juan Carlos, señaló que “la asistencia está siendo bastante buena. Además, los piquetes que hemos realizado en el campus también han sido satisfactorios”. El vocal de la Asamblea reiteró que los paros se habían convocado “por los brutales recortes en la educación y por la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Estamos retrocediendo varias décadas, porque quieren imponer una ley franquista, totalmente segregadora, clasista, y que también discrimina a las lenguas cooficiales del Estado”. Por ello, desde la Asamblea Estudiantil animaron ayer “a toda la juventud, a los profesores y al personal de los centros a que luchen y reivindiquen. Los jóvenes tenemos que escribir nuestro futuro y hay que calentar las calles. Hay que salir a la lucha”.

María del Mar Guerrilla es profesora y ayer se sumó a la manifestación. “Estoy totalmente de acuerdo, a estas alturas tenemos que defendernos de unos recortes brutales, que están afectando a los más necesitados. Es una injusticia total”. Muy cerca de la docente, Andrés Cócola, un padre que secundó la protesta con sus dos hijos, reconoció que “apoyo toda movilización que sea defender lo público, ya sea la educación, la sanidad o la justicia. Lo público debe estar cuidado y defendido siempre”. 

Precisamente, a los organizadores les llamó la atención la alta presencia de padres.Carlos Vera, de Marea Verde, declaró que “los padres están ahora informándose, antes estaban desorientados.Las familias cada vez ven más el peligro de esta ley educativa y de los recortes, porque ya les están empezando a llegar las consecuencias”. Asimismo, Vera añadió que “para nosotros es muy importante estar en las aulas, pero creemos que estas movilizaciones sí que sirven. No para cambiar esta ley, porque creemos que este Gobierno no lo va a hacer, sino para sumar fuerzas, para concienciar a la gente y que haya una conciencia crítica y masiva para cambiar esta ley, si no es con este Gobierno, pues con otro”. 

De camino al Ayuntamiento, los manifestantes no cesaron de gritar “queremos becas, no hipotecas”, haciendo ‘desafiantes’ paradas cuando se encontraban alguna sucursal de un banco. No faltaron tampoco –como viene siendo habitual en las manifestaciones de la ciudad– los petardos, las banderas republicanas y gritos con más tintes políticos que reivindicativos. 

“Contra el paro, lucha obrera”, “no es una crisis, es una estafa”, “menos corrupción y más educación” y “Wert dimisión”, fueron otras de las consignas que se escucharon por su recorrido por el Minotauro, calle Medina, Honda, calle Larga, plaza del Arenal y Consistorio. Se vivieron momentos de especial tensión cuando la manifestación paró cerca de la sede del Partido Popular, lugar donde realizó una sentada y se lanzaron insultos . También resaltar cuando la cabecera de la protesta llegó a la oficina de Bankia, en calle Larga, y un grupo de jóvenes se dirigió a las puertas de la oficina a golpe de cacerolas y manos arribas.

La manifestación concluyó en el Ayuntamiento, donde la Asamblea Estudiantil y Marea Verde leyeron dos manifiestos. Por parte de los alumnos, Elena Arana puso la voz y recordó que los recortes aplicados desde el año pasado “han provocando la disminución de becas y el recrudecimiento de las condiciones para acceder a ellas; el aumento de alumnos por clase; el cierre de bibliotecas, y la dificultad de cubrir las bajas de los profesores”. “La implantación de la Lomce convertirá el sistema educativo en un sistema en el que sólo los ricos tendrán el derecho exclusivo a estudiar, segregando al alumnado en virtud de su capacidad económica. Se crearán centros de primera y segunda clase y la educación privada será la única beneficiada. Apostamos por la derogación de la Lomce, el cese inmediato de los recortes en educación y por el cambio radical en la política de beca. Por eso, en esta lucha es importante converger con el resto de sectores de la comunidad educativa, la unión hace la fuerza. ¿A qué esperas para luchar?”, leyó la joven.

Por su parte, Luis Mariano Fau, de Marea Verde, tomó el relevo de los discursos denunciando que “el Gobierno central y los autonómicos, utilizando como excusa la crisis económica, siguen recortando los recursos económicos y humanos de nuestro sistema educativo, a pesar de que esta política de ajustes no está logrando los objetivos de ahorro que dice perseguir”. “Junto a los recortes, se están llevando a cabo una serie de reformas, como la Lomce, el Real Decreto de Becas y Ayudas al Estudio, el desmesurado incremento de las matriculas universitarias que, en nuestra opinión, suponen la vuelta a un sistema basado en la selección del alumnado para que el progreso en los estudios esté condicionado, con carácter general, al nivel social y a las posibilidades económicas de sus familias, expulsando del sistema a toda aquella persona que no encaja en un perfil prefijado ideológicamente”, declaró Fau, quien continuó su manifiesto denunciando que “una sociedad que permita la destrucción de su potencial humano, renunciando a la mejor educación de todo, es una sociedad sin futuro. Una sociedad que haga de la educación una mercancía, es una sociedad enferma que está abocada a un suicidio social colectivo del que tardará, en el mejor de los casos, varias décadas en recuperarse. Mientras, varias generaciones de ciudadanos estarán condenadas al fracaso y a convivir sin un presente y un futuro dignos”. Los presentes dieron por terminada la manifestación aplaudiendo que “otra educación es posible y necesaria”, una exigencia por la que seguirá peleando la comunidad educativa.


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