-¿Ve brotes verdes por algún lado?

-Rotundamente no, aunque hay que tener esperanza, si no nuestra labor no tendría sentido. Bueno, cuando los políticos hablan de brotes verdes es verdad: los bancos han ganado no sé cuántos miles de millones, pero tu vecino, mi hermano, la gente cercana, la gente que vive en esta ciudad ¿lo ven? Creo que no, porque entre otras cosas la demanda que recibe Cáritas no está ni siquiera estabilizada, sigue creciendo. Vamos a tener confianza en que la macroeconomía se está recuperando, pero ¿cuándo va a llegar eso a la microeconomía, a los hogares?

- Por lo que comenta parece que ni siquiera se ha tocado fondo.

- En esta ciudad desgraciadamente creo que no se ha tocado fondo todavía. El problema que tenemos ahora mismo en Jerez es que no sabemos dónde está el fondo. Desde luego más destrucción de empleo no puede haber porque sería el desastre total, ¿qué hay que esperar ya? ¿que haya una revuelta? Y ¿qué alternativas se están dando? Nosotros hemos cambiado mucho nuestro discurso y estamos haciendo procesos de formación de personas y nos estamos centrando en pequeños grupos y la única salida que encontramos es el autoempleo, pero claro el autoempleo ¿es suficiente en esta ciudad? Aquí lo que hace falta son grandes inversiones y si en un proyecto donde pueden llegar inversiones como es el Parque Tecnológico Agroindustrial empezamos a pelearnos por personalismos. ..

- Pero los políticos hablan ya de señales de recuperación. ¿Se lo cree?

- Hay que saber distinguir. Los grandes capitales, lo mismo que nos abandonaron, ahora están volviendo pero están volviendo a la ganga. España es ahora mismo un país de ganga. Eso es innegable. Ahora una cosa es que las grandes empresas estén viniendo a España a invertir o comprar barato, llámalo como quieras y otra cosa es que eso genere riqueza para que el país siga adelante. Si hubiera esos brotes verdes habría demanda de empleo, pero ¿qué empleo se está creando? Bueno, es cierto que no hay mal que cien años dure. Lo que pasa es que vamos hacia el mismo modelo que nos metió en la crisis en la que estamos, salvo que aquí ya no existe la burbuja inmobiliaria.

- ¿Estamos cayendo en los mismos errores?

- Además con algo muy grave añadido: la generación de riqueza debe venir por el empleo y el empleo ahora mismo es precario, se han ido al traste los derechos de los trabajadores, todos los derechos son del empleador. Y eso es lo que hay. Entonces, ¿qué riqueza estamos creando?

-¿Cómo valora el papel que están haciendo de los políticos?

- Te contesto como los gallegos. Según la última encuesta del CIS de septiembre, el 28,2% de los españoles considera que los políticos en general, los partidos políticos y la política son el principal problema que existe hoy en día en España frente al 2,9% que apunta a los bancos y el 0,3% que apunta al fraude fiscal.

- Entonces..

- Yo siempre he dicho que todos tenemos nuestra cuota de culpabilidad, algunos más que otros. Cáritas siempre ha denunciado las condiciones que nos han llevado a donde estamos. Cuando tú pones en el corazón el dinero y a la persona la marginas, trae estas consecuencias y el problema es que se sigue poniendo en el corazón el dinero.

- ¿La presión de la demanda de asistencia básica ha desviado a Cáritas de otros proyectos?

- Cáritas lleva mucho tiempo que no es asistencialista. Desgraciadamente es la imagen que tenemos y no sabemos cómo quitárnosla. Una cosa es que nosotros tengamos que atender forzosamente, porque la gente nos lo demanda, primeras necesidades y otra que seamos asistencialistas. Eso son otras instituciones y además se está utilizando muchas veces al pobre, pero para intereses espurios. A nosotros nos interesa la persona, el pobre para nosotros no es un objeto, para muchas organizaciones sí. Queremos que la persona crezca, potenciar sus capacidades y sus habilidades y que tengan la posibilidad de salir del atolladero donde le han metido los demás. El problema es que los poderes públicos, la Junta ha abandonado todo lo que es la política laboral. Nosotros no es que hayamos dejado de hacerlo, pero es que no nos da para cubrir tantos espacios. A nivel regional ya hemos denunciado que las políticas de empleo de la Junta brillan por su ausencia.

- Cáritas ha sido muy crítica con el decreto contra la exclusión social de la Junta.

- Claro, porque se lo han sacado de la manga. Es más, ha cambiado la consejera, y eso ahora mismo está ahí más bien callado y paradito. No estamos de acuerdo en que estén quitando cientos y cientos de empleos y por otro lado, estén ofreciendo puestos de trabajo de entre 15 días y seis meses. La Junta lo que tiene que hacer es pagar la renta mínima de inserción, que lo llevaba en su programa político. Eso le da a las personas capacidades para que no tengan que pedir en la puerta de nadie. Y debe favorecer políticas de empleo, pero cómo lo va a hacer cuando ha recortado todos los gastos en empleo.

- ¿Y cuál es la postura de Cáritas ante la ley antidesahucios?

- La verdad es que no ha sido la ley quien ha ralentizado este problema. Lo ha ralentizado el escándalo tan mayúsculo que había. No sé, a veces se hace mucho ruido para pocas nueces.

- ¿Por dónde debe ir entonces la solución, según su institución?

- Nosotros ahí no hemos cambiado el discurso. Mientras no cambiemos individualmente no podremos hacer presión para que los políticos intenten organizarse para que cambien las cosas. Por supuesto, cambiando conceptos que hasta ahora sólo nos han llevado al desastre en el que estamos.

- ¿Cáritas está diciendo a mucha gente que no por falta de recursos?

- Sí, lo que pasa es cuando decimos que no a una petición concreta intentamos buscar otras soluciones. Pero desgraciadamente tenemos que decir que no, porque es que no llegamos. Hay Cáritas parroquiales que han tenido que cerrar algunos meses la acogida porque no tenemos tantos recursos.

- La familia, los abuelos, se resienten ya de tanto tiempo ayudando a hijos, nietos.

- Por supuesto, pero el problema no es el tiempo, el tiempo ha ido consumiendo los ahorros, pero el tema es que cada vez se han ido enganchando más personas a esa misma familia. De hecho muchas de las personas que estamos atendiendo en las Cáritas Parroquiales y sobre todo, en determinados barrios son personas mayores, que te dicen que nos les llega con la pensión, porque tienen que mantener a sus hijos, con sus respectivos, a sus nietos y si no están en su casa, les ayudan a pagar la vivienda o a comer porque lógicamente de las aportaciones que les hacemos nosotros u otras entidades la gente no come. El sistema se está manteniendo a base de muchos poquitos. La base y el sustento es la familia y la familia está resentida ya.

- ¿La crisis ha extendido la solidaridad a cualquier época del año o ésta se sigue concentrando en fechas como la Navidad?

- Sigue siendo un poco así. Hay determinadas fechas en las que el corazón se mueve, el ambiente induce a eso, pero es una falsa solidaridad, es sentimentalismo porque la necesidad existe en el día a día. Cuando presentamos el cartel de Navidad, decimos que la gente también tiene necesidades el 10 de febrero y el 15 de marzo, no podemos quedarnos en una acción concreta en un momento concreto porque tengamos mala conciencia. Todo el mundo tiene derecho a participar, a tener algo extra en esas fiestas pero no se puede despilfarrar y todos hemos despilfarrado.

- ¿Cómo prevé que va a cerrar Cáritas el año?

- Desgraciadamente con un incremento de la demanda y también es verdad que hay un aumento de las aportaciones, pero cada vez los incrementos de la demanda son mayores que los de las aportaciones, porque se está resintiendo absolutamente todo. Y hay un tema que nos preocupa y es que podamos llegar en un momento determinado en vez de al 'boom' inmobiliario, al 'boom' de la solidaridad: cada vez salen más grupos que quieren ser solidarios, que se dedican a llamar a las puertas para pedir y entregárselo a otros, vale, de acuerdo, pero no caigamos en ese error, utilicemos los cauces que ya existen. No estamos diciendo Cáritas, vete donde quieras pero no más toques y toques, que lo que hacemos es cansar, la gente dice "otro más".

- Es cierto que, por ejemplo, las recogidas de alimentos son continuas.

- Es un tema que nos preocupa y además se está dando en entidades que no entendemos por qué están en esta historia. El mismo Papa lo ha dicho: que no se utilice al pobre en beneficio propio. El problema es que nos quedemos sólo en la recogida de alimentos. No sé, ¿es malo que la gente se preocupe exclusivamente de recoger alimentos? A lo mejor hay que pegar un zapatazo y que esto cambie, reunirnos todos. Cáritas no se queda sólo en eso, denunciamos, nos hemos reunido con todos los grupos políticos, hemos criticado la ley de reforma de la administración local, nos preocupa qué va a pasar con usuarios nuestros que viven en poblaciones pequeñas, nos hemos posicionado acerca de la reforma laboral o la reforma sanitaria, lo denunciamos en el día a día en las reuniones con el Ayuntamiento. Y tenemos claro que los servicios sociales se van a recortar aun más. Nos preocupa enormemente las políticas sociales que se están haciendo. Son nefastas, a nivel nacional y andaluz, porque además estamos culpabilizando a las personas de las cosas, no a los políticos.