Jerez

"¿Qué vale más, el agua potable o un diamante?"

  • La moneda local El Zoquito es la red más antigua de España Todo empezó en 2007 cuando la japonesa Maki Iizuka inició un "sistema de economía alternativo"

Sí, la red de moneda local más antigua de España es la de Jerez y la creó una japonesa. Maki Iizuka, tras pasar por Madrid y Sevilla, aterrizó en Jerez con el deseo de empaparse de flamenco. Se enamoró de un francés, guitarrista, y se quedó a vivir en la ciudad. "Japón tuvo hace unos 20 años una crisis económica y luego surgió este tipo de movimiento alternativo. Cada vez que hay crisis siempre nace algo nuevo, y quería probarlo en 'mi' ciudad", cuenta Maki, quien explica que "la crisis la gente no la notaba tanto en 2007, pero yo sí veía que en el futuro sería algo interesante tener una red de moneda local como un sistema alternativo de economía".

Maki se movió por la comunidad 'alternativa' de Jerez y conoció la asociación de productos ecológicos El Zoco. Ahí, en el seno de este grupo presentó su propuesta. Comenzaron siete personas, al mes ascendió a 20 miembros y hoy día, El Zoquito, tiene más de 200 jerezanos que no solo compran con la moneda local (el 'zoquito') sino que se promueve el trueque.

La red se define como un espacio dedicado a mejorar la calidad de vida a través del desarrollo de una economía "local, solidaria, justa y sostenible", creando un espacio económico complementario. Esta comunidad jerezana cree que el dinero "con el tiempo ha perdido su función primaria de facilitar los intercambios y cada vez más se usa con el fin de enriquecerse y especular a costa de los demás. Con nuestra moneda no pretendemos promover artículos o servicios, lo que queremos es fomentar la ayuda mutua para conseguir una sociedad más cooperativa mediante el trabajo, la comprensión y el intercambio justo".

Una de las coordinadoras de este grupo, Paz Cerrillo, remarca que precisamente en tiempos de crisis "una economía justa y solidaria no sólo es posible, sino que es la más necesaria". Para Cerrillo, uno de los casos que demuestra que la red funciona es cuando una compañera pidió ayuda para el butano y "a los tres minutos ya le estaban llamando para acompañarla a comprarlo. Eso es lo que de verdad tiene mérito, lo demás es sensacionalista".

Mayores y pequeños. Nacionales y extranjeros. El perfil de esta comunidad es tan diverso como lo que ofrece El Zoquito. Así, uno puede 'pagar' con zoquitos horas de plancha, clases para aprender a hacer jabón, servicios de asesoría o una mochila. O lo mismo puedes intercambiar un jersey por unos zapatos. Todo se basa en el compromiso, en la confianza y en darle el verdadero valor a las cosas. "Cada vez que hacemos un intercambio nos cuestionamos ¿qué es valor?, el verdadero valor, no el precio. ¿El diamante tiene más valor que el agua potable? ¿Yo qué valor tengo, qué puedo ofrecer? También El Zoquito es autoestima, queremos que las personas se sientan valoradas. Parece una cosa sencilla, pero es muy profundo", reconoce Maki. Cerrillo añade a esta idea que este grupo "es una escuela de aprendizaje. Hay tantas cosas que se trabajan que es fascinante".

En este intercambio no se queda solo la red local. Desde febrero trabajan para levantar la central de abastecimiento, junto a La Reverde, un proyecto que persigue proporcionar productos básicos de alimentación en zoquitos para todos los compañeros de la red. "Eso lleva un proceso, no es fácil y ha surgido hace unos meses porque antes no se detectaba esa necesidad", explica la coordinadora de la Red.

Maki vino a Jerez buscando la 'vida' del flamenco. Sentir las ganas de vivir con cada compás, con cada giro de muñeca. "El flamenco para mí es vida y en El Zoco encontré hace años vitalidad, eso fue lo que me atrajo. Siempre he pensado que si no ves lo que te gusta para tu vida, tienes que dar un paso adelante y 'cambiar' la sociedad. Y yo empecé con esto. Desde El Zoquito ponemos nuestro granito de arena para que nuestra comunidad sea vida", remarca su fundadora.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios