Juan Félix Bellido. nuevo presidente del centro de estudios históricos jerezanos (CEHJ)

"La historia no se puede viciar de las tertulias políticas"

  • Tras un lustro en la junta directiva y 16 años en total en la institución, afronta el cargo con vocación de servicio e investigación y busca poner los puntos sobre las íes de la memoria de Jerez

Jerezano, estudiante del Coloma, hizo Humanidades en Florencia, donde Juan Félix Bellido, con veinte años, se buscaba la vida como fontanero. Dejó atrás "un Jerez cerraíto", para buscar nuevos mundos. Después se marchó a Madrid para estudiar Periodismo en la Complutense, y regresó a su tierra 20 años después. En la capital entró en el mundo editorial, al que se sigue dedicando con 'PeripeciasLibros'. Ha colaborado en revistas nacionales e internacionales y ha sido presidente de la Asociación de Editores. Volvió a Jerez por casualidad, que seguía "bastante cerrado, ahora ya no tanto. Hay un Jerez con mucho brío". Y aquí se quedó. Ahora trabaja por la historia de su tierra como nuevo presidente del Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ).

-¿Cómo se siente el nuevo presidente del CEHJ?

-Pues peor (ríe), porque me han sacado una muela... No, en serio. Pues me siento muy bien porque ya hace cuatro o cinco años que venía trabajando en la junta directiva y por consiguiente, sólo se cambia de papel. El trabajo sigue siendo el mismo. Una característica de este Centro es que es un centro de historiadores e investigadores en el que todos trabajan en su campo y colaboran en todo lo que hacemos. No es un ateneo o una academia, es un centro de estudios. Lo que tengo que hacer es representarlo y coordinar sus actividades. Mi labor es esencialmente de servicio. Ya son 16 años los que llevo en esta institución.

-¿Se presentó o le eligieron?

-Eugenio José Vega Geán, el anterior presidente, anunció que no se presentaba, así que entre unos y otros, y yo..., pues me animé. Y tengo como vicepresidente a Miguel Ángel Borrego.

-¿Qué objetivos tiene como presidente?

-Pues hay dos cosas fundamentales. Por un lado, el Centro se ha caracterizado porque desde el principio -tenemos 80 años- se ha tratado de promover todas las investigaciones históricas que se hacían sobre Jerez, y tenían mucha importancia las publicaciones. Luego, por circunstancias, se han ido dejando un poco olvidadas, aunque publiquemos en nuestra web y la Revista Historia de Jerez. Así que una línea importante para mí es publicar las investigaciones que los miembros hacen, algo que también hago en mi editorial. Y otra línea, que impulsó Eugenio y que me parece magnífica, es la de la formación en historia de Jerez de los formadores de nuestros hijos con diversas actividades en colaboración con el Centro de Profesores (CEP), como las Jornadas de Historias de Jerez, en las que se presentan todos los avances que surgen en este ámbito. Y son muchos los investigadores que están estudiando Jerez. Hay una hornada de gente joven importante.

-De cara al ciudadano, este Centro quizás parezca un tanto hermético, por lo que entraña.

-Puede ser, pero lo curioso es que nosotros hacemos un acto y acuden 100 ó 200 personas. Cierto, el nombre puede generar una distancia, pero en la práctica no es así. Y algunos investigadores nos dedicamos a aprovechar ese bagaje histórico y transformarlo en un relato, en una novela, en cosas que con toda la honestidad del mundo transforma este producto en un elemento que digiere mejor el ciudadano. Como institución no hacemos sesiones plenarias todas las semanas. La base nuestra es el trabajo, es decir, investigar.

-¿Todavía hay que acercar la historia de Jerez al jerezano?

-No sólo hay que acercarla, hay que hacérsela descubrir. En los principios del Centro, con Manuel Esteve o Hipólito Sancho de Sopranis, -personajes a los que conocí porque mi padre trabajó en el Archivo- se hizo un avance grande. Pero hay dos ramas, investigadores que han avanzado mucho y otros que han perpetuado las cosas antiguas, incluso los errores y erratas de los anteriores. Todavía se dicen algunos tópicos del Jerez almohade... La historiografía avanza, pero algunos investigadores no. Por ello, nuestra labor es acercar las últimas investigaciones.

-Díga algunos de esos tópicos.

-No son errores queridos. Pues, por ejemplo, la historia de la fundación de Jerez y toda la época andalusí y la Edad Media jerezanas, todavía hay cosas que se han investigado poco. Los falsarios de la historia deberían dejar de contar cuentos. Y tampoco se pueden hacer tochos de libros que no hay quien se los lea. Deben ser más pedagógicos. Las tesis que se queden entre nosotros. Un ejemplo didáctico es la pieza del mes que desarrolla el Museo.

-De hecho, Miguel Ángel Borrego aportó una nueva fecha de la conquista de Jerez (3 de octubre de 1266) en un congreso medievalista que se celebró semanas atrás en los Claustros. ¿Esto puso nerviosos a algunos historiadores?

-No sólo en eso, sino que ahora está preparando un libro sobre epigrafía islámica jerezana en el que interpreta todos los textos de vasos, lápidas..., que están en el Museo Arqueológico. De ahí se conocerá mucho más el Jerez de la época califal. Y el que se ponga nervioso, que se ponga. Las cosas no se pueden callar. Nos estamos viciando de las tertulias políticas y creo que la historia es distinta. Quizás alguno se disgustó porque le hubiese gustado descubrir este dato a él.

-Con un centro octogenario como el suyo, ¿cómo no se ha investigado hasta ahora con más profundidad esa época de la que usted habla?

-Pues porque todo no se puede hacer a la vez. Y menos con un centro como el nuestro que no recibe nada de subvenciones. La investigación cuesta dinero y tiempo. No se ha facilitado. Pero llegó un momento, bajo la presidencia de José López, en el que se decidió que fuéramos nosotros solos adelante, sin ayuda. Quizás en otros tiempos gustaba más ir a la Feria, que también era una cosa buena.

-Se echa en falta más implicación por parte del CEHJ en la defensa del patrimonio jerezano, que está que se cae. ¿Van a dar más caña?

-Hombre, eso se espera del Ayuntamiento y del departamento de Patrimonio Artístico de la ciudad. Nuestra labor es la de investigación.

-Pero el patrimonio arquitectónico es historia también...

-Claro que sí. Y esa defensa la hacemos también con la investigación y con las publicaciones. Nos atrevimos a decir una nueva fecha de la conquista de Jerez y no lincharon a Borrego de milagro, pero es que... Decimos las cosas y tienen que ser otros las que las asuman.

-¿Con qué cosas se indigna el CEHJ?

-Para nosotros es importante la conservación del patrimonio documental y artístico. Y nos vimos fuera del Congreso del 750 aniversario, a pesar de haber ido a todas las reuniones. Como me indigné de que se hablara de las vacas en la Edad Media y no de la judería que había en Jerez. Sólo hicimos críticas sanas. Y en Jerez parece que nos cuesta trabajo colaborar todos.

-¿Qué le aporta personalmente ser presidente?

-No creo en los regímenes presidencialistas. Lo que quiero es hacer una junta directiva coexionada y con las ideas claras. Y quiero que en el Centro estén todos los que tienen que estar. Hay gente que debería estar por su capacidad investigadora y por lo que han hecho por Jerez. Lo próximo que haremos será nombrar a Borrego director de la Revista Historia de Jerez para darle un prestigio y rigor mayores.

-Usted, que fue fontanero en Italia, ¿son los miembros del CEHJ algo así como los que arreglan los atascos de la historia?

-Bueno (risas), preferiría que fuésemos los arquitectos (vuelve a reír).

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