Reestructuración del 'holding' municipal

Lo que la crisis ha unido...

  • El gobierno local une en una sola empresa sus brazos instrumentales para la actividad urbanística en un contexto de crisis aguda del sector y tras varios años con pérdidas

Corría el año 1991. Nacía Gmuvisa, Gestión Municipal de Viviendas SA, una sociedad empresarial que se marcaba el objetivo de agilizar la construcción de viviendas, especialmente las de protección oficial. Tres años después, se constituía Gestión Municipal del Suelo SA (Gmususa), un órgano creado por la desaparecida Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) al que se le encomendaba la dinamización del desarrollo de los suelos y del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Más de 20 años después, ambas sociedades, que cambiaron de denominación a principios de la pasada década por las actuales Emuvijesa y Emusujesa, pasarán a ser una sola en un plazo aproximado de seis meses. La firma de viviendas absorberá la de suelo debido a su mayor tamaño culminando así la mutación de las estructuras que se crearon en tiempos de Pedro Pacheco para controlar el urbanismo de la ciudad. Ya en 2007, con Pilar Sánchez (PSOE) de alcaldesa, se liquidó la GMU y ahora con María José García Pelayo (PP) las dos sociedades instrumentales se convertirán en una. Eso sí, el gobierno local mantiene que es necesaria una empresa municipal dado que simplifica y flexibiliza la ejecución de proyectos.

Aún no está decidido el nombre que tendrá la empresa resultante (lo lógico sería que a Emuvijesa se le incorporara el 'apellido' suelo de su nueva compañera de viaje), pero la unión se justifica en la necesidad de adelgazar el 'holding' municipal. No obstante, ha sido una fusión natural de dos empresas públicas dedicadas a una misma actividad, aunque sus parcelas estuvieran delimitadas con una dedicada en exclusividad a la promoción de viviendas y la otra a la gestión de suelo para cualquier tipo de actividad, fundamentalmente para actividades económicas.

Eso sí, las dos sufren en la actualidad el azote de la crisis económica, una situación que se ha cebado especialmente en el sector inmobiliario y que ha supuesto que sus balances se hayan llenado de activos a los que no pueden dar salida. De este modo, sus onerosos ingresos de los años de bonanza se han teñido de rojo, con el agravante de que el contexto socioeconómico no invita a ser optimista.

De hecho, esta incertidumbre la refleja Emuvijesa en sus últimas cuentas aprobadas: "La situación actual del mercado inmobiliario y financiero, así como el retraso en la entrada en vigor del nuevo Plan de Vivienda, estatal y autonómico, la fuerte carga financiera de la empresa, el retraso en el cobro de subvenciones por parte de las administraciones y el incremento en el índice de morosidad de nuestros inquilinos, pueden poner en peligro la continuidad del modelo de autofinanciación, sin apoyo del grupo municipal, aplicado desde la constitución de la empresa". En la actualidad existen préstamos vencidos, estando en conversaciones con las entidades financieras para llegar a acuerdos de refinanciación, reducciones y daciones en pago". Y Emusujesa también hace hincapié en el contexto actual y su repercusión en su actividad en su último balance: "La continuidad de la sociedad depende de la reactivación del mercado inmobiliario, el apoyo de las entidades financieras y de la matriz, lo cual permitirá a la entidad desarrollar los distintos proyectos de creación de suelo industrial".

Desde 2001 Emuvijesa no sabía lo que era cerrar en negativo un ejercicio y hubo años en los que, incluso, llegó a tener beneficios que superaron el millón de euros. Sin embargo, desde 2012 no levanta cabeza, hablando desde el punto de vista contable. El pasado año, por ejemplo, cerró con un negativo de más de tres millones de euros.

Mientras tanto, Emusujesa logró esquivar la crisis en 2011 con unos beneficios de 419.000 euros y en 2012 con un pírrico positivo de 114 euros. En cambio, la 'bofetada' llegó el pasado año con 518.000 euros de pérdidas. Eso sí, el gobierno local justifica ambos negativos en que las dos sociedades tuvieron que hacer frente a "operaciones especiales" durante 2013, entre ellas una valoración real de sus activos. Este es el caso de Emusujesa que ha visto como se ha reducido en un 35% el valor de algunas bolsas de suelo que aún no se han desarrollado porque no hay expectativas de que vayan a ponerse en carga en un corto periodo de tiempo.

Pero la sociedad resultante no tendrá ni un año para convertir sus pérdidas en, al menos, equilibrio financiero dado que la Reforma Local, que ha modificado las principales normativas que regulan las administraciones locales, obliga a las sociedades públicas de capital exclusivamente municipal a no tener números rojos al final del actual ejercicio. Si no lo hacen, deberán disolverse el próximo año.

Otro dato que resulta sintomático es la notable bajada en el importe neto de la cifra de negocios de ambas sociedades. En 2012, Emuvijesa tenía unos 11 millones de euros, obtenidos fundamentalmente de la venta de viviendas; pero estas operaciones desaparecieron en el pasado ejercicio limitándose su actividad a la "prestación de servicios" (gestión del parque público de viviendas). A Emusujesa le ha ocurrido algo similar con un volumen de negocio que apenas llega a los 127.000 euros cuando hace tres años logró superar los 800.000 euros.

La bajada en el volumen de negocio dificulta cada vez más que estas sociedades puedan hacer frente a sus compromisos con las entidades bancarias. A 31 de diciembre de 2013, Emuvijesa tenía pendiente de devolver unos 88 millones de euros en créditos concedidos por la construcción de las distintas promociones -algunos tienen vigencia hasta 2039-. De hecho, y dado que no ha logrado vender viviendas en este último año, la sociedad se vio obligada a renegociar los plazos de devolución con dos entidades para que, durante un periodo de tiempo, se le aplique una carencia con la que conseguir que solo se abonen intereses.

La nueva empresa resultante contará con una plantilla de una treintena de personas aunque desde hace meses ya compartían gerente (un puesto que ocupa en a actualidad Fernando Núñez). Ahora se tendrá que concretar su equiparación salarial no solo entre ambas sociedades sino con el resto de la plantilla del Ayuntamiento y de su grupo de empresas.

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